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Mostrando entradas de agosto, 2013

El Pote de Leche o Nos Cansamos de Pelar Bolas…

H ay palabras que definitivamente, están destinadas a cambiar nuestra existencia. La mayoría de las veces, las recordamos por alguna razón, hasta que un día la comprendemos en toda su aplastante verdad. En una ocasión, discutía con el Gerente de la Oficina cierta situación de mis subordinados, yo reclamaba lo que creía justo; al final conseguí lo que quería, sin embargo, Juan José sentenció mi triunfo con una frase … “Recuerda, el día que pierdas tu puesto, ninguno de ellos llevará el pote de leche a tu casa”. Muchos años después, caí bajo el peso de esas palabras, expuse mi pellejo por alguien que no me agradeció y ni siquiera una llamada a sabiendas que le salvé su empleo a costa del mío. Dios es testigo de cómo resonaban las palabras de J.J. en la medida que el peso del desempleo caía sobre mí. Mucha agua ha corrido desde que mi vida se vio inundada por la desagradable experiencia del desempleo… debo agradecer a mis padres y hasta a mis suegros que más de una vez llev

ANOCHE SIMPLEMENTE MORÍ

A sí de simple, sin bombas ni platillos, sin dolores, sin llantos, sin drama ni agonía, simplemente moría.   Atrás quedaron los planes, las fiestas y las pospuestas alegrías . Atrás dejé la maleta, de aquellas vacaciones queridas, atrás quedo en el closet, vacía.  Se me quedaron los " Te quiero " que por no tener tiempo no decía.  Se quedó vacía la cama, con las pasiones robadas por el supuesto día a día... Perdí mi tiempo en la tierra pensando que era inmortal, de nada me sirvieron las rabias y los afanes. Atrás quedaron insultos y gritos al motorizado, al camionetero, al atravesado... atrás quedó tu sentencia y el tiempo de un beso olvidado. Cuánto tiempo perdido, cuánto tiempo botado. Se me acabaron los planes y me convertí en pasado.  Cuántas cosas no dije y cuántas dije de más y continuó la vida... pero la de los demás... me quedaré en el recuerdo de los pocos que me han amado, pero para el mundo ni siquiera seré un recuerdo porque nada bueno