UNA AVENTURA LLAMADA VIDA

C uando en el año 63 a. C. el general  Pompeyo Magno derrotó al rey Mitrídates VI del Ponto en su tercer alzamiento, Siria se convirtió en una provincia romana. A continuación, Pompeyo se dirigió a Judea para asegurar el área. Una vez allí, encontró a los hermanos Hircano y Aristóbulo, este último, que estaba sitiado por su hermano en Jerusalén, solicitó la intervención romana, ofreciéndole una recompensa a Pompeyo, “la cual aceptó”. Luego Aristóbulo acusó a los romanos de extorsión, lo que originó que Pompeyo instalara en el trono a Hircano y desde entonces Judea y Galilea se volvió un reino clientelar de Roma, que si bien era independiente, estaba sujeto a la autoridad romana. En el año 47 a. C. Antípatro sucedió a Hircano como procurador de Judea, siendo nombrado por Julio César. Al morir Antípatro en el 44 a. C., su hijo Herodes I el Grande, fue nombrado gobernador por el Senado Romano y rey de Judea en el 39 a. c., si bien empezó a reinar dos años después, durante su re

Y a han pasado varios días de la pantomima más desequilibrada de los últimos tiempos, cumplí con mi deber ciudadano de participar y apenas me despierto de la resaca electoral, cuando descubro que el gobierno decidió que yo, junto con la otra mitad de votantes, estábamos pelados (los que se abstuvieron cuentan mucho menos)… Resulta ser que el “Reconocimiento de los Resultados” y “Los Diálogos” eran con los adeptos a la Revergación Burrivariana. A mis coterráneos, fieleceyentes en la democracia participativa (cosa que comparto antes de toda otra invención fumada), les he visto pasar por todas las etapa del duelo, en muy pocos días... cosa que considero muy buena, porque una vez superadas, el alma se centra en continuar. Nos vi en negación (FRAUDEEE), pasamos por la ira (A LAS CAAALLEEEEES), luego negociamos (HACEMOS UN LLAMADO AL DIALOGO, decían unos…”SI ME RECONOCEN LES RECONOZCO”, decían otros…), los leí deprimidos (yéndose del país, esto se fregó, ahora viene lo bueno,

    C orría el año 2001, y en medio de la vorágine de una ley habilitante, empresarios molestos y un país que se convulsionaba cada día más, recibíamos una mala noticia, mi Padre tenía un tumor en el intestino y había que operarle de urgencia. Y ese es el asunto de las malas noticias… son personales, las cosas pasan y solo al pequeño grupo a nuestro alrededor se nos mueve el piso, para nosotros, se congela el tiempo, mientras el mundo sigue en su continuo girar. En medio de rumores de paro, acompañaba a mi papá a visitar al Oncólogo, quien “claro y raspao” nos sentenció… “No se ve nada bueno”… Mientras los ánimos en la calle se caldeaban, no podía imaginar que ese noviembre se convertiría en mi peor pesadilla, mi papá tiene cáncer… carajo… que palabra más ruda. Era Mí Papá… mi mejor amigo, el compañero inseparable que me infundió los valores, los sueños que hoy me acompañan… Mi Papá… el inmortal… A finales de Noviembre del 2001, la Oposición política, acompañada de lo