Lo más
interesante de los cuentos y las historias, es que forman parte de un hilo
mayor de cosas que venían sucediendo, así como de otras que sucederán, sin
hablar de todos aquellos fragmentos que se suceden simultáneamente en
innumerables espacios colaterales. Al menos en mi caso, después de una película
o libro, mi mente siempre queda llenando los antes y los después del relato;
nunca he sido bueno para las despedidas, y debo confesarles que me cuesta
despedirme de los personajes y de su historia.
Hoy en
día me siento menos solo en lo que parecía una locura, gracias a mi estimado amigo,
desde el final de mi infancia hasta hoy, George Lucas (¡Saludos Georgito!
Besos a Mellody y a los niños), imagínense, a George le conozco “unilateralmente”,
desde que tenía 11 años y me puso a alucinar y vestir de bata blanca, luego de
ver La Guerra de las Galaxias a
finales de 1977… mi esposa tendría unos tiernos 5 añitos…
El
asunto es que yo quede convertido en un Jedi, después de ver la “primera” película, de lo que sería una
saga legendaria. No obstante, George, sin conocerme, intuyó que me quedé
pensando en la historia y me les dio una segunda y hasta una tercera parte, El
Imperio Contraataca (1980) y el Retorno del Jedi (1983).
El Jedi
retornó y yo me fui a la Universidad, dejando mi “Sable de Luz” en un
oscuro rincón de mi lejano hogar.
Cómo podría
imaginar, que George supo de mi necedad con la continuidad de las historias. De
un solo “guionazo”, le manda un golpe
mortal a mi afiebrada mente, la cual muerde con furia la temible carnada y me
hace caer rendido y sorprendido ante la película 1, así es, la 1 de la saga, diciéndome
que la que yo creí era la primera, ahora era la cuarta, resultando que vi hasta
la sexta y me faltarían por ver la segunda y la tercera ¿clarito no?
En 1999,
casado con la niñita, aquella que en 1977 tenía 5 años, volví a desempacar mi “Sable de luz”, y aprendí que la
historia contada y escrita son solo momentos y entre esos momentos se tejen
miles, millones de otras historias; falta mucho por ver de la Guerra de las
Galaxias, como espero falte mucho tiempo, antes de que este viejo Jedi cuelgue
el Sable y se una a la Fuerza.
Este es
el primer artículo de la que considero otra etapa de mis relatos y transcurre
en un momento trascendental en la historia de la humanidad; el medio oriente está
en crisis, ya sé que siempre está en crisis, pero en este momento, una gran
cantidad de países, incluyendo Irán, se unen a su “tradicional” enemigo, los
Estados Unidos de América, para hacer frente común contra ISIS, un sultanato
islámico decidido a hacerse un país, a costa de territorio ajeno, dinero, un
gran despliegue publicitario y un camino de cabezas degolladas.
En África,
en este momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha contabilizado
5.864 casos de Ébola, de los cuales estima hay 4.000 fallecidos, en el mayor
brote de la mortal enfermedad, que haya conocido hasta el momento la humanidad.
Sin embargo, suponen que los casos deben estar en los 20.000, debido a todos
aquellos que no han sido localizados o han muerto sin diagnóstico.
Los EEUU
estiman, que a este paso, para mediados de Enero del 2015, África puede estar
contabilizando hasta 1,4 millones de casos. Imaginen la tragedia si la
enfermedad tiene una tasa de mortalidad que ronda el 90%.
En este
instante, mientras escribo, recibo la noticia de que el liberiano que presentó
Ébola en USA acaba de morir; y en España, las autoridades toman en custodia a
Excalibur, la perra de la enfermera contagiada por el virus en ese país, a fin
de ser sacrificada, luego de ser declarada un posible transmisor, al haber
estado en contacto con su dueña, quien por cierto, se encuentra en estado crítico.
Cientos de personas trataron de evitar el sacrificio mientras cientos de miles
de personas, en todo el mundo, mostraban su rechazo a través de las redes
sociales. Lamentablemente, la gente mostró mayor simpatía por la perra que por
la dueña agonizante, contagiada por un mal procedimiento en los protocolos de
contención.
En
Venezuela no nos recuperamos del brutal asesinato del joven diputado del
partido de gobierno Robert Serra, junto a su pareja.
A los
minutos de ocurrido, ya se escuchaban a los voceros del gobierno, acusar a la
“Derecha Endógena”, los “Conspiradores Mayameros”, al “Paramilitarismo
Uribista”, al opositor de su preferencia y pare usted de contar. Otro caso más
que quedará plagado de interrogantes, otro crimen más producto de las “cosas”
del poder; mientras el SEBIN y CICPC, atacan colectivos, se caen a balazos por más
de 7 horas, matan a unos cabecillas de los colectivos “desarmados” de la Paz en
el enfrentamiento y un otrora amigo de la revolución, es mostrado como un vil
delincuente por los que hasta hacia unas horas eran su “Panas” del alto
gobierno.
Mientras
esto sucede, el resto de los venezolanos, seguimos sumidos en la parálisis
nacional, paralizados por la inseguridad, porque no hay pasajes para salir del
país, por la escasez y muchos, al igual que yo, paralizados en nuestras casas
reposando una enfermedad de la cual el gobierno se ha lavado las manos… aunque
lavarse la mano no sirve para nada porque la misma se transmite por la picadura
de zancudos, o más bien “zancudas”.
El 5 de junio
del 2014, el Instituto Nacional de Higiene, confirmó el primer caso de “Chikungunya”
en el país.
La
paciente provenía de República Dominicana por lo que se consideró un “caso importado”. Sin embargo, para Julio, el
Ministerio para la Salud informó que el número de casos superaba 50 infectados
y 7 de los pacientes no habían viajado al exterior, por lo que se
consideraban “transmitidos
localmente”.
A
principios de Agosto, el entonces ministro para la Salud, Francisco Armada,
indicó que ya el número de afectados por la Chikungunya superaba los 200 y las transmisiones locales comenzaban a
ganarle terreno a los números de casos “importados”.
La nueva
ministra para la Salud, Nancy Pérez, informó que hasta la segunda quincena de Septiembre
han confirmado más de 398 casos de la
fiebre Chikungunya en el territorio nacional, de un total de 1.239 sospechosos.
Debo
reconocer que ésta cifra es bastante interesante, ya que los casos diagnosticados
(en donde existen los reactivos para hacer los diagnósticos, lo cual es “raro”)
no van a ninguna estadística oficial confiable. Directamente me informo un proveedor
de servicios de salud privado, que “por órdenes superiores” no podían
diagnosticar la enfermedad como Chikungunya. Así sucede en Socialismo… si todos
unimos nuestras manos adolorida, hinchadas y llenes de manchas y decimos mil
veces que no es… ¡NO ES!
Aunque para
ser una enfermedad exagerada por la oposición política (así es amigo lector, los problemas de salud en Venezuela no son
problemas de salud, son problemas políticos), e inclusive una “Guerra
Bacteriológica” lanzada por la derecha endógena “mesma”, resulta extraño que de
pronto se ordene, vía decreto (Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nro. 40512 del 6 Octubre 2014):
“…Resolución mediante la cual se declara la
enfermedad de fiebre de Chikungunya como evento de notificación obligatoria,
por parte del personal de los establecimientos médicos asistenciales públicos y
privados en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela.”
No puedo
negar que ante tantas señales me daba un poco de temor viajar a Valencia, mi
suegro y cuñada habían sido diagnosticados con “la innombrable” y para aquellos
que trabajamos sin el amparo de un quince y último, la posibilidad de enfermar
y guardar reposo no nos es nada atractiva. Sin embargo, deberes laborales y
familiares hacían impostergables viajar a la capital de Carabobo.
Pasadas
las 9 de la mañana del viernes 3 de octubre del corriente, nos aprestamos a
salir a la capital del Estado Carabobo, Valencia. Con todo listo en el automóvil,
los ojos desorbitados de mi esposa me hacen girar repentinamente a mi
izquierda, en donde veo con sorpresa y sin dar crédito a lo que estoy mirando,
el camión de la basura.
Para que
tengan una idea, en la zona en la que vivo, este vehículo es casi un mito.
Saltamos
del auto a la casa recogiendo toda la basura que podíamos y a la misma carrera entregamos
nuestra basura a los duendes que viajan con el Sr. Gordo de rojo y su trineo blanco
(Tranquilos no es “ESE” señor gordo, tan
solo es un Chofer gordo con una franela roja y raída, que dice “Hecho en Socialismo”).
Después
de este maravilloso augurio, podíamos partir, con esa sabrosa sensación que siente una persona, después de compartir,
por primera vez, con las ballenas jorobadas, en alguna exótica bahía del mar de
Cortés. Los venezolanos hemos aprendido a ser felices con la migaja gubernamental.
En fin,
un viaje sin contratiempos, después de todo, en Venezuela cada día hay menos
automóviles, ya sea porque se van quedando varados por falta de repuestos o es
que simplemente sus usuarios ya no se encuentran en el país.
Después
de estacionarme en Valencia, al intentar bajar del auto, lo sentí…
Imaginen
que han estado horas con las piernas cruzadas y se enderezan de pronto; esa
aguda punzada paralizante detrás de las rodillas o como muchos le conoce, la
corva. Por segundos no pude enderezarme y menos aún retomar mi camino.
Mi
esposa nota mi gesto de dolor, a lo que añadí jocosamente que “la carrerita detrás del camión de la basura
estaba pasando factura”. Tomando aire, como solo los machos sabemos, reanudé
mi camino, cargando paquetes y maletas mientras mi niño interior lloraba
desconsoladamente.
El día
transcurrió sin mayores contrariedades, cumplí, dolorosamente, mi agenda. Fui a
ver a mis sobrinas, me usaron de parque de diversiones y al llegar a casa, le
solicite a mi esposa me masajeara la “Corva” (eso sonó grotesco), a lo cual accedió mientras me colocaba hielo y
nos reíamos acerca de que con cada visita, la edad se hacía sentir. El día
había sido atípicamente caliente y así me seguía sintiendo, siempre el primer
día en Valencia, me ha resultado sofocante, sin embargo, éste había sido
excepcional, tan excepcional como el dolor de cabeza que atenazaba mi sien.
Según la
Organización Mundial de la Salud, “La fiebre Chikungunya es una enfermedad
vírica transmitida al ser humano por mosquitos. Se describió por primera vez
durante un brote ocurrido en el sur de Tanzania en 1952. Se trata de un virus
ARN del género alfavirus, familia Togaviridae.
“Chikungunya”
es una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto
encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.
La
fiebre Chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre,
generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas
frecuentes son: dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y
erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero
generalmente desaparecen en pocos días.”
Cada
movimiento de las piernas me resultaba extremadamente doloroso esa noche. En la
madrugada, el simple hecho de ir al baño, me sorprendió con la fuerte
dificultad para incorporarme. Era evidente que no podía enderezar las rodillas,
por lo tanto asumí una posición encorvada, a fin de moverme al baño mientras me
sostenía de las paredes.
“Sábado 4 de Octubre, 4:00 a.m., no puedo
dormir, me duelen aún más las corvas y ahora se me unen los tobillos, trato de
estirar las piernas y mover los tobillos, no puede ser que esté tan oxidado. Mientras
mi mente divaga, , un escalofrío recorre mi espalda, haciéndome recordar las
declaraciones del Dr. Ángel Sarmiento, Presidente del Colegio de Médicos del
Estado Aragua acerca de las misteriosas muertes ocurridas en el Hospital de
Maracay unos días atrás.”
“El presidente del Colegio de Médicos del estado Aragua, Ángel Sarmiento,
informó sobre la muerte de ocho personas, cuatro adultos y cuatro niños, en el
Hospital Central de Maracay a causa de una enfermedad que aún no se ha
identificado.
El dirigente gremial explicó, reseñó el diario El Universal, que las
ocho víctimas presentaron los mismos síntomas desencadenando su muerte en menos
de 72 horas. De acuerdo con sus declaraciones, se trata de un cuadro febril que
alcanza 40 grados, malestar general y erupciones en la piel que luego forman
ampollas. “Asimismo, se presentan sepsis que originan fallas multiorgánicas que
produce coagulación intravascular diseminada, sangramiento de oído y nariz y el
posterior colapso del organismo”.
Descartó que la causa de la enfermedad se trate de ébola o
meningococcemia, como se rumoró en un principio a través de las redes sociales.
Esperan por los resultados de las pruebas practicadas, reseñó El Universal, a
los cuerpos de las víctimas para determinar si se trata de una enfermedad viral
o bacteriana…
Correo del Caroní, 11 de Septiembre del 2014”
A duras
penas me levanto a las 6:47 a.m., extrañamente me ha disminuido el dolor en la
corva derecha y en la izquierda se me ha desaparecido, eso me levanta el ánimo
pero ya a esa hora, el calor se hace más intenso, las orejas se me van a
encender y pienso, ¿será la tensión?.
En
realidad no me provocaba desayunar, al no aceptar mi segunda arepa, todos me
miran con asombro, debo reconocer que me sentía lleno. La verdad es que sentía
llenura de barriga y “pecho”, como si tuviera el pecho apretado y comenzaron
unas punzadas de dolor en la espalda, cintura y hombros. De igual forma noto
que me duelen las muñecas. Me río y bromeo con que cargar a las niñas me dejó
“molido”.
Al
pararme de la mesa, me duelen nuevamente las corvas, aún más intensamente que
el día anterior.
Me
provoca tomar un Ibuprofeno para el dolor de las articulaciones, como buen
venezolano que se automedica, pero inmediatamente me asalta la mente un artículo
de Maria Emilia Jorge, publicado en el periódico EL NACIONAL el día 24 de
Septiembre del 2014, en el cual resaltaba:
“…El infectólogo Julio Castro, investigador del Instituto de Medicina
Tropical, dice que también el paracetamol puede recetarse en estos casos.
“Tiene los mismos componentes del acetaminofén, pero paracetamol es el nombre
europeo”.
Los especialistas recomiendan mantener hidratado al paciente, que tome
mucha agua y lleve una dieta que pueda tolerar, basada en sopas y alimentos
licuados. Los baños y compresas con agua fría también contribuyen al control de
la temperatura.
Ambas enfermedades (dengue y Chikungunta), tienen síntomas parecidos:
fiebre, dolor y erupciones. En el Chikungunya el dolor se concentra en las
articulaciones (codos, rodillas, muñecas, tobillos) y en el dengue es general y
muscular.
Contraindicaciones.“Existe la posibilidad teórica de que el paciente tenga las dos
patologías, porque las produce el mismo vector. Los dos virus están circulando
actualmente, sobre todo en la zona central del país”, indicó Hernández. Ante
ese supuesto y ante la dificultad de diferenciación clínica, la experta
recomienda descartar el uso de antiinflamatorios no esteroideos (Aines), como
el ibuprofeno, el diclofenac potásico y sódico, o la novalcina, que pueden
fomentar el desarrollo de hemorragias.
Una vez ha sido descartado el dengue podrían usarse algunos medicamentos
del grupo Aines para actuar sobre el dolor articular o antialérgicos que
disminuyan el prurito, explica Sánchez. “En pacientes con enfermedades de base
que tienen que ver con las articulaciones, los dolores son más intensos. En
esos casos podría llegarse al uso de medicamentos con pequeñas cantidades de
esteroides”…”
“No es nada… para qué llamar al
médico, o a la ambulancia, no voy a ser el aguafiestas… eso se me va a pasar.”
Cae la tarde del sábado, unos
amigos nos han invitado a comer pizzas a la leña en su horno a estrenar,
creación del padre de nuestra querida “Martica”. Como no asistir, las niñas, la
suegra, los cuñados, los amigos. A mí me duele hasta pensar, no aguanto el
sueño y los ojos me pesan, me pican, pero por no voy a dejar que los otros la
pasen mal, a lo mejor con la pizza y una cerveza se me pasa.
Pasamos el rato, apenas como, y a decir verdad me da la impresión de que
todo me sabe igual. Ya siento que me duele “hasta el pelo”, demasiado calor,
siento que me quemo y no encuentro forma de sentarme sin dolor; trato de
respirar profundo pero el calor oprime mi pecho. Mi esposa se sienta a mi lado
y me pregunta cómo me siento, me veo descompuesto… me pican mis adoloridas
manos… me rasco… ella toma mi mano.
¿Qué te pasa? Me dice con cierta alarma y al levantar mi mano puedo
notar como tanto mano y brazo se están llenando de minúsculas manchas rojizas.
Inmediatamente notamos que son ambas manos y brazos, al igual que pecho y
hombros, mis tobillos y piernas muestran la misma señal.
Nos vamos, debo reconocer que la mayoría se despedía de lejitos,
mientras un susurro recorría la terraza… Chikungunya…Chikungunya.
A Dios gracias que como buenos venezolanos ya habíamos buscado con
frenesí apocalíptico el escaso Acetaminofen.
Llegamos al apartamento y me baño, frio, nunca había sentido tanto frío
en Valencia.
Me toman la temperatura, 39,3 grados centígrados, temperatura que no me
bajaría hasta la tarde del día siguiente, gracias al tratamiento con Atamel.
Ahora entiendo por qué mi esposa caminó tanto para tener esas dosis de la
medicina, es que vivimos la Venezuela escasa del socialismo del Siglo XXI.
Debo confesarles que me vi en la obligación de tomarme toda la semana,
tras varios días tratando de escribir este artículo, lo dejé hasta
recuperar el uso de mis facultades
mentales y físicas. El cansancio constante no era normal, el ardor en los ojos
y los terribles dolores en mis hinchadas manos, me impedían escribir. Y lo peor
de todo, nada me sabía bien, ¡la maldición del goloso puej!
Fue solo una semana que no trabajé, una semana en la cual solo gasté,
pues no estaba posibilitado de producir.
Es posible que en este momento yo sea simplemente 1 de los 4 venezolanos
por cada 10 habitantes que tiene la enfermedad y que NO están produciendo.
¡Saque la cuenta Señor director!
Soy uno más de los venezolanos de a pie que vemos vulnerados nuestros
derechos constitucionales, debido al “Juego político”, producto de la
corrupción e ineficiencia, grandes motores de la Revolución.
“Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del
Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado
promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el
bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen
derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar
activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas
sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los
tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará,
ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de
carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema
de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad,
integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de
salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las
enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad.
Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán
ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de
participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control
de la política específica en las instituciones públicas de salud… Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela”
Desde mi afiebrada mente y mi adolorido cuerpo, lamento mi situación,
así como la de los miles de venezolanos que atraviesan ésta y todas las
enfermedades que no cuentan con los insumos básicos, en especial aquellos destinados
a fenecer por la carencia de tratamientos adecuados contra el cáncer. Lamento
la mortalidad de niños en hospitales decadentes, ante el abandono del sistema
de salud público. Nosotros estamos, en este momento metidos en la coyuntura
sanitaria de un país enfermo.
Mientras la temperatura del país se eleva cada día, a Venezuela se le
han inflamado la coyuntura económica, la política y la social. Los dolores
coyunturales han paralizado a la nación con una de las mayores reservas
petroleras probadas del mundo, mientras el precio del barril baja y al país le
escasea su medicina, las divisas.
Un sarpullido rojo inundó al país y sus instituciones, en una vorágine
de corrupción e ineficiencia.
Al país lo picó el zancudo del Socialismo… el país tiene Chicungunya… por
cierto “caso importado” de Cuba.
6 días después, cuando creía que ya me podría reintegrar a mi trabajo me
brota nuevamente el sarpullido con mayor intensidad, los brazos duelen. Llamé
al doctor, me dice que es normal, que continúe el reposo, esos eventos
continuarán sucediendo. La enfermedad no tiene cura, simplemente se atacan los
síntomas, igual como el gobierno, carente de dirección, ataca los síntomas de
la crisis dejando que el virus rojo continúe su proceso infeccioso en las
raíces más profundas del pueblo venezolano.
El doctor me indica que pasarán meses de recaídas y recuperaciones, pero
hay que esperar a que el cuerpo cree las defensas, capaces de hacer frente a la
enfermedad. 15 años con esta enfermedad y aún el país no ha podido crear los
anticuerpos para repeler el virus de decidía, corrupción e ineficiencia.
12 días después, las manos se me vuelven a inflamar, el cansancio
continúa y el gobierno pide una reunión de emergencia con los países miembros
de la OPEP, pero tranquilos, llegaron a puerto los insumos para la “Navidad Feliz 2014”. Todo va a estar Chévere.
Este virus no se acaba hasta que cada uno de nosotros no actúe en
oposición al deterioro de nuestra nación, en las manos de cada uno de los
ciudadanos de este país se encuentra el cambio, es un venezolano el bachaquero,
el buhonero, el funcionario público. Es venezolano el trabajador de la empresa
privada, el motorizado y el camionetero.
Venezolanos somos todos y como un todo debemos declararnos opuestos a la
todos aquellos valores que nos arrastran a ser parte del sistema perverso de
desvalorización moral y social.
No conseguimos la solución porque estamos enfermos.
Esperamos nos resuelvan el problema cuando somos parte del problema.
No esperemos la vacuna, cuando somos parte de la enfermedad.
¡VENEZOLANO, ES HORA DE DECIR BASTA!
ES TIEMPO DE PLANTAR NUESTRO ROSTRO AL FUTURO Y DEJAR DE SER CÓMPLICES
DISFRAZADOS DE SOBREVIVIENTES.
¡LLEGÓ EL TIEMPO DE SER VENEZOLANOS!!!!
DILE NO, A LA COMPRA DE CONCIENCIAS… ES HORA DE DEJAR DE SER PENDEJOS
CON VARA DE “VIVOS”.
ES HORA DE REVOLUCIONAR LAS CONCIENCIAS Y PARALIZAR A LA ENFERMEDAD.
¡VENEZOLANO, EN EL NOMBRE DE DIOS Y POR EL FUTURO DE TUS HIJOS,
LEVÁNTATE Y ANDA!!!!
ES TIEMPO DE DEJAR AL LADO LAS “SENSACIONES” Y DEJARNOS “SENTIR”.
Solo siendo singularmente buenos, podemos aspirar a una buena
pluralidad.
Yo quiero ser más bueno y menos “Buenon”…
Yo me levantaré, lucharé y produciré, porque ese es mi credo.
MI CREDO ES VENEZUELA
Deja de hacer las cosas porque “los demás lo hacen”, NO SEAS VIRUS, SÉ
LA MEDICINA
Reinaldo Poleo
@rpoleo
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