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Mostrando entradas de mayo, 2018

¡Olvídense de mi dedito morado!

“ A quella mañana amanecía como cualquier otra, con la diferencia de la terrible pesadilla, creo que en la noche me despertaba y luego me dormía y conciliaba el sueño y también la pesadilla. Era uno de esos malos sueños llenos de detalles, de sentimientos, olores, colores e imágenes. Uno de esos en los que te parece ver todo en 3D, desde afuera y a la vez eres el protagonista. Pero era solo eso, una pesadilla. Me levanto con pesadez y con el corazón apretado, siento las mejillas húmedas, evidentemente he llorado. Me incorporo lentamente y me preparo a ir al baño, lo que veo me paraliza. Sobre el sillón se encuentra extendido el mismo traje oscuro de mi pesadilla, el mismo que llevaba mientras enterraban a mi padre… Las piernas flaquean y me vuelvo a sentar en la cama. Las lágrimas vuelven a brotar intempestivamente por las mejillas mientras el pecho parece que se apretara con fuerza. No era pesadilla, mi padre había muerto…” Este verídico relato me acompaña

Reflejos

“Todo lo que experimento es un reflejo de mí”. “El libro de los secretos ”, Deepak Chopra A penas amanece, un vaso con agua, saludo a mis perras y voy al baño. Al encender la luz me veo. Lo primero que encuentro es al espejo y mi reflejo, mi viejo, querido y muy honesto amigo, buen amigo, porque los amigos son siempre sinceros. El arbitro eterno que me enfrenta al que soy, tan diferente al que siento que soy. Desde él me mira mi yo sin máscara, con los ojos enrojecidos e hinchados, la barba crecida, el cabello despeinado. Mi yo me muestra una barba encanecida que contrasta con un cabello que se resiste a las canas, herencia de un antepasado indígena, caribe, el mismo cabello liso y negro de mi abuela Pancha. Mis hombros aún se ven firmes, pero las canas en el pecho también me delatan. Cubro con espuma la barba, develando al que seré… Hasta me parezco a Santa. Y mientras comienza el diario