UNA AVENTURA LLAMADA VIDA

Quincena y en el Banco… Sacrosantas palabras que desde tiempos inmemoriales nos espeluca el alma. Y mientras hago meditación trascendental en el único rincón que pude encontrar, la mirada se pierde, sin pestañeo, hipnotizada y anegada en lágrimas, dirigida a una pantalla que pinta numerosos números que te dirigen a unas cajas vacías, ya que los portadores de los números, hace años partieron o tal vez murieron en la inclemente espera. Mi inconsciente se atreve a susurrarme acerca de la información que aparece a un lado en pantalla compartida (supongo que la idea les vino de aquel aciago día de Abril), cantidad de servicios, información por correo, tarjetas Dorada, Platinum, pero si quiero solicitar alguno tengo que tomar otro numerito y fijar la mirada en otra pantalla… Una gota de sudor brilla en mi frente, el calor no es normal, a Dios gracias la H1N1 ya no está, sin embargo, no falta el que estornuda estruendosamente con el fantástico efecto de piedra en laguna, logrando el al

D efinitivamente, una de las características más notable de los seres humanos, es la firme creencia en su "Inmortalidad". Durante toda mi vida he sido un férreo enemigo del miedo, ese ancestral enemigo de la humanidad capaz de hacernos cometer los actos más espantosos en pro de nuestra supervivencia. Confuso, No? Pero es que somos inmortales hasta que nos ataca el miedo. Hoy hace 44 días, una bala "Perdida" cambiaría la vida de mi familia, hace 44 días en que mi suegro... "El Gocho", fuera literalmente atravesado por una bala que le dejaría hasta el momento, con un pulmón colapsado y 15 Kilos menos... Además de la lesión del diafragma y estomago y de su preocupación por respirar antes que comer... 44 días en los cuales el mundo siguió su curso, transmitiendo los mismos programas en TV, escuchando los mismos discursos, enterándonos de que se están yendo mas de los que están llegando... Pero el Gocho sigue ahí...el Gocho sigue luchando.