Aun está fresco en mi memoria, aquel terrible relato que la Hermana nos hacía, sentados, silentes y expectantes en las sillitas del Kínder... El hermano se abalanzaba contra su hermano menor, asestando el golpe mortal que teñiría la tierra con la sangre del primer asesinato. La grotesca imagen de mi propia persona, asestando el golpe mortal en contra de mi hermanito me persiguió por mucho tiempo, peor aún era el hecho de la irrefutable sentencia que acompañaba la narración..."Somos Descendientes de Caín"!
Mucho tiempo ha pasado desde aquel kínder, de las monjas y de la cruel historia que me hizo querer aún más a mi hermanito, ante la imagen de estamparle un mandibulazo de burro en la frente.
El día de ayer, mientras revisaba viejos documentos, cayó al suelo uno en particular, el cual leí y conservé hace mucho tiempo atrás, es el mensaje de S.S. Pablo VI por la Jornada Mundial de la Paz de 1971 y le titulaba "Todo Hombre es mi Hermano" (Pueden leerlo en http://multimedios.org/docs/d000336/). Casi al final de tan maravilloso y actual mensaje sentencia lo siguiente:
"…Nuestra certeza en la palabra divina de Cristo maestro, que la esculpió en su Evangelio: "Todos vosotros sois hermanos" (Mt. 23, 8). Podemos ofrecer, además, el consuelo de la posibilidad de aplicarla (¡porque cuán difícil es en la realidad práctica ser de verdad hermano con cada hombre!); lo podemos lograr recurriendo, como canon de acción práctica y normal, a otra enseñanza fundamental de Cristo: "Cuanto quisiereis que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque ésta es la ley y la doctrina de los profetas" (Mt 7, 12). ¡Cuánto han meditado filósofos y Santos sobre esta máxima, que relaciona la universalidad de la norma de hermandad con la acción individual y concreta de la moralidad social! Y por último, estamos en condiciones de ofrecer el argumento supremo: el de la Paternidad divina, común a todos los hombres, proclamada a todos los creyentes. Una verdadera fraternidad entre los hombres para que sea auténtica y vinculante supone y exige una Paternidad trascendente y rebosante de amor metafísico y de caridad sobrenatural. Nosotros podemos enseñar la fraternidad humana, es decir, la paz enseñando a reconocer, a amar y a invocar al Padre nuestro que está en los cielos. Sabemos que encontraremos cerrado el ingreso al altar de Dios si antes no nos hemos reconciliado con el hombre-hermano (Mt 5, 23 ss; 6, 14-15). Y sabemos que si somos promotores de paz, podremos entonces ser llamados hijos de Dios y estar entre aquellos que el Evangelio declara bienaventurados (Mt 5,9)..."
Al terminar su lectura, nuevamente apareció el antiguo fantasma de Caín en mi mente y me doy cuenta del peso que tiene una mandíbula de burro en nuestros días.
El Observatorio de Conflictividad Social de Venezuela del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) registró en el mes de junio, al menos 456 protestas. Las exigencias se orientaron hacia derechos laborales 162 (36%), solicitud de vivienda digna 132 (29%), exigencias educativas 34 (7%), y demandas por seguridad ciudadana, derechos de personas privadas de libertad, participación política y derecho a la justicia un total de 128 (28%)(Les recomiendo leer este artículo, http://canaldenoticias.com/tendencias-de-la-conflictividad-social-en-venezuela-0).
En este excelente análisis se va notando el incremento notable de los conflictos, miles protestando por sus propias parcelas, unos protestan por las hojas, otros por las ramas, otros más por el fruto y unos cuantos por el tronco... Otros agitan la voz por los insectos y otros se quejan de las aves... Pero a todos se les olvida que es UN SOLO ÁRBOL DE UNA SOLA RAÍZ!!!
Es tan difícil entender que donde terminan mis problemas comienzan los de los demás, que mi libertad colinda con la tuya y que compartimos más de una pared, un techo y un piso en el mismo apartamento que llamamos Venezuela.
Que difícil es entender que TODOS SOMOS HERMANOS, todos somos hijos de hombre y mujer, todos necesitamos comer, beber, respirar... Todos tenemos el mismo derecho a vivir, a mirar un cielo sin límites y aspirar recorrer cualquier rincón de NUESTRA patria, que los problemas del vecino, eventualmente serán mis problemas...
Al final de cuentas, las diferencias que nos separan son las mismas que enriquecen nuestra diversidad, nuestra individualidad y capacidad de crear, al construir sobre todas las visiones dirigidas a un bien mayor...Al bien común!!!
Por favor Venezolano, abre los ojos y empuña tu propio lápiz para escribir tu propia historia! Pero que sea una historia de Justicia, de orgullo y plegada de libertad y de respeto por las libertades de TODOS los que de manera diferente pero bajo el mismo techo vivimos en esta tierra de gracia!
Cuando escribo esto... Unas damas expresan su lucha a través de una Huelga de Hambre... Una huelga de hambre por la libertad de Presos, víctimas de una justicia parcializada, viciada e injusta... Un preso que puede ser mi Padre, mi Hermano, mi Amigo o YO... Sin embargo estas damas entienden un hecho simple y maravilloso... TODO HOMBRE ES MI HERMANO!
Después de todo, es posible que ABEL hubiese tenido descendencia…
Dedicado a Sonia Camacho y las @mujeresdenegro
@rpoleo
Mucho tiempo ha pasado desde aquel kínder, de las monjas y de la cruel historia que me hizo querer aún más a mi hermanito, ante la imagen de estamparle un mandibulazo de burro en la frente.
El día de ayer, mientras revisaba viejos documentos, cayó al suelo uno en particular, el cual leí y conservé hace mucho tiempo atrás, es el mensaje de S.S. Pablo VI por la Jornada Mundial de la Paz de 1971 y le titulaba "Todo Hombre es mi Hermano" (Pueden leerlo en http://multimedios.org/docs/d000336/). Casi al final de tan maravilloso y actual mensaje sentencia lo siguiente:
"…Nuestra certeza en la palabra divina de Cristo maestro, que la esculpió en su Evangelio: "Todos vosotros sois hermanos" (Mt. 23, 8). Podemos ofrecer, además, el consuelo de la posibilidad de aplicarla (¡porque cuán difícil es en la realidad práctica ser de verdad hermano con cada hombre!); lo podemos lograr recurriendo, como canon de acción práctica y normal, a otra enseñanza fundamental de Cristo: "Cuanto quisiereis que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque ésta es la ley y la doctrina de los profetas" (Mt 7, 12). ¡Cuánto han meditado filósofos y Santos sobre esta máxima, que relaciona la universalidad de la norma de hermandad con la acción individual y concreta de la moralidad social! Y por último, estamos en condiciones de ofrecer el argumento supremo: el de la Paternidad divina, común a todos los hombres, proclamada a todos los creyentes. Una verdadera fraternidad entre los hombres para que sea auténtica y vinculante supone y exige una Paternidad trascendente y rebosante de amor metafísico y de caridad sobrenatural. Nosotros podemos enseñar la fraternidad humana, es decir, la paz enseñando a reconocer, a amar y a invocar al Padre nuestro que está en los cielos. Sabemos que encontraremos cerrado el ingreso al altar de Dios si antes no nos hemos reconciliado con el hombre-hermano (Mt 5, 23 ss; 6, 14-15). Y sabemos que si somos promotores de paz, podremos entonces ser llamados hijos de Dios y estar entre aquellos que el Evangelio declara bienaventurados (Mt 5,9)..."
Al terminar su lectura, nuevamente apareció el antiguo fantasma de Caín en mi mente y me doy cuenta del peso que tiene una mandíbula de burro en nuestros días.
El Observatorio de Conflictividad Social de Venezuela del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) registró en el mes de junio, al menos 456 protestas. Las exigencias se orientaron hacia derechos laborales 162 (36%), solicitud de vivienda digna 132 (29%), exigencias educativas 34 (7%), y demandas por seguridad ciudadana, derechos de personas privadas de libertad, participación política y derecho a la justicia un total de 128 (28%)(Les recomiendo leer este artículo, http://canaldenoticias.com/tendencias-de-la-conflictividad-social-en-venezuela-0).
En este excelente análisis se va notando el incremento notable de los conflictos, miles protestando por sus propias parcelas, unos protestan por las hojas, otros por las ramas, otros más por el fruto y unos cuantos por el tronco... Otros agitan la voz por los insectos y otros se quejan de las aves... Pero a todos se les olvida que es UN SOLO ÁRBOL DE UNA SOLA RAÍZ!!!
Es tan difícil entender que donde terminan mis problemas comienzan los de los demás, que mi libertad colinda con la tuya y que compartimos más de una pared, un techo y un piso en el mismo apartamento que llamamos Venezuela.
Que difícil es entender que TODOS SOMOS HERMANOS, todos somos hijos de hombre y mujer, todos necesitamos comer, beber, respirar... Todos tenemos el mismo derecho a vivir, a mirar un cielo sin límites y aspirar recorrer cualquier rincón de NUESTRA patria, que los problemas del vecino, eventualmente serán mis problemas...
Al final de cuentas, las diferencias que nos separan son las mismas que enriquecen nuestra diversidad, nuestra individualidad y capacidad de crear, al construir sobre todas las visiones dirigidas a un bien mayor...Al bien común!!!
Por favor Venezolano, abre los ojos y empuña tu propio lápiz para escribir tu propia historia! Pero que sea una historia de Justicia, de orgullo y plegada de libertad y de respeto por las libertades de TODOS los que de manera diferente pero bajo el mismo techo vivimos en esta tierra de gracia!
Cuando escribo esto... Unas damas expresan su lucha a través de una Huelga de Hambre... Una huelga de hambre por la libertad de Presos, víctimas de una justicia parcializada, viciada e injusta... Un preso que puede ser mi Padre, mi Hermano, mi Amigo o YO... Sin embargo estas damas entienden un hecho simple y maravilloso... TODO HOMBRE ES MI HERMANO!
Después de todo, es posible que ABEL hubiese tenido descendencia…
Dedicado a Sonia Camacho y las @mujeresdenegro
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