Que
fantástico acontecimiento, era un país en el cual CADIVI se llamaba RECADI,
aunque con la gran diferencia de que el barril de petróleo costaba 16$ el
barril, mientras ahora ronda los 100$ (de paso en 1995 se producía 2.14
millones de barriles por día mientras que hoy, “según” se producen 3.18
millones). Saquen cuenta puej!
En
fin, mi llegada al imperio fue impresionante. Del aeropuerto saldría en Monorriel al “centro”
del aeropuerto, mientras que en Maiquetía un autobús me llevó al avión… alquilé mi primer auto, un fantástico último
modelo Chevrolet Sunfire… el mismo que
años después llegaría a Venezuela como "Cavalier".
Maravillas
de vías, ni un solo hueco y menos un perro muerto en medio de la autopista.
Estaba totalmente perdido para conseguir la Turnpike para llegar a Orlando, ni
una montañita que me señalara el Norte, cuanta falta me hacía El Ávila. Queeeee
caaaarrooooos, que camioooneees… el país
parecía un escenario gigante.
Ya
al llegar al “Resort” me sentía parte del elenco de Miami Vice…
La
habitación estaba más equipada que mi casa y llegué emocionado al enorme TV con
cable (lejos estaba en ese momento el cable de mi vida cotidiana). Enciendo el
TV y todo en inglés. Para la fecha, aun los latinos no habían subido tan al
norte del Soleado Estado de Florida.
Que
falta me hacían los Subtítulos. Debo
reconocer que al principio cuando la gente me hablaba, inmediatamente les veía
el pecho esperando a que aparecieran las dichosas letritas con la traducción
correspondiente.
Había
entrado a vivir una película sin Subtítulos, definitivamente no iba a ser
fácil.
Mucho
tiempo ha pasado desde esa experiencia, mi ingles mejoró mucho y los Subtítulos
se hicieron parte de la cotidianidad, especialmente con la llegada de la TV
por cable, del satélite y el chavismo…
Y
con este último comenzamos a vivir una especie de discurso Presidencial “Subtitulado”.
Personajes
como Jorge Olavarría, Luis Miquilena y Jose Vicente Rangel, se convirtieron en
los traductores del mensaje presidencial más o menos el Subtítulo del presidente,
pero en diferido. Cada día se hacía más frecuente la sentencia “Lo
que quiso decir fue...”
Tarde
fue para los dos primeros, el darse cuenta de que lo que quiso decir era
exactamente lo que había dicho.
En
casi 14 años el Subtítulo Presidencial se convirtió en obligación del
funcionario con la experticia correspondiente, en el campo aludido. Cada día el
presidente hablaba más y se traducía más.
Aunque
el creador del “Discurso Subtitulado” no se encuentra entre nosotros, a pesar
de que algunos siguen pegados, cual parásitos, a su imagen por falta de una
propia. El Subtítulo se ha
convertido en el estilo, el cual mejor describe a la “guabinosa” declaración
oficial, en las relaciones internas, así como externas y “Dialogales,
dialogantes o dialogables”.
De
igual forma, la ineptitud o incapacidad de los funcionarios a la hora de
ejercer cargos ganados por dedocracia, hace cada día más común, el eterno
comentario de “Tomaron mis declaraciones fuera de contexto” acompañada por la
aclaratoria de otro funcionario encargado del Subtítulo.
Después
de 15 años, el Subtítulo se ha convertido en parte fundamental de la mentira
que vivimos, del vicioso sistema al cual nos estamos acostumbrando a paso de
vencedores. Cada día es más frecuente decir y escuchar a nuestros padres,
hermanos, familia, jefes, empleados, etc. La célebre frase “NO, lo que quise decir fue…” (A
falta de quien nos Subtitule).
En
días pasados se llevó a cabo la presentación de Leopoldo López (@leopoldolopez),
a fin de determinar si procedía la causa en su contra, por pruebas fueron
presentados videos de sus discursos y su cuenta de twitter. La decisión, nada
sorprendente, fue que debía quedar detenido, debido a la “firmeza” de las
pruebas en su contra.
Leopoldo
López, ni siquiera ha quedado detenido por lo que dijo o lo que escribió, sino
por lo que “Quiso escribir”, por el
“Mensaje subliminal” de sus
discursos y escritos. A Leopoldo López le han aplicado el Subtitulado gubernamental.
¿Ahora
quien sigue? El siguiente puedo ser Yo, puedes ser Tú…
Venezolano,
venezolana, ha quedado demostrado que tus hechos o palabras no son lo que tú
crees, son lo que ellos quieran creer.
¡Nuestra
lucha no es por ideas, nuestra lucha es por hechos, realidades y carencias!
¡Y
la mayor carencia de la que estamos padeciendo es la CARENCIA DE VERDAD Y LA VERDAD NO
NECESITA DE SUBTÍTULOS NI TRADUCCIONES!
Podrás
decirme mil veces que tengo comida suficiente, pero la verdad es que tengo
hambre…
¡Y
no hay Subtitulo que me convenza de
lo contrario!
¡VENEZUELA DESPIERTA!
¡NO DEJES QUE SUBTITULEN TU VIDA Y MENOS QUE LA TRADUCCIÓN SEA HECHA EN CUBA!
Reinaldo
Poleo
@rpoleo
P.D.
Ayer 10/06/2014, le pasé a mi editora, léase esposa, para que hiciera las
correcciones pertinentes a mi artículo, cosa que habitualmente hace en nuestro viaje
de regreso a casa, sin embargo, un
comentario en twitter nos distrajo y ocupó todo el viaje, razón por la cual la
normal discusión de mis ideas quedó pospuesta.
La
noche de ayer, mientras nos preparábamos para dormir, leo en twitter la salida
de Luis Chataing de su espacio habitual en la televisora nacional TELEVEN, debido a “presiones
gubernamentales”.
Debo
reconocer que Luis debe ser un grave problema, en el contexto de este artículo,
ya que el humor, en especial cuando es inteligente, debe de ser muy difícil de
“Traducir”, en especial para estos gorilas incapaces de ideas coherentes.
En
sus palabras cargadas de sentimiento, claridad, valentía y mucho
profesionalismo, se escuchan las verdades incómodas que una gran parte de
nuestro pueblo no quiere escuchar, pero que en este momento, esa necesidad
morbosa típica del ser humano, nos impide evitar escucharlas.
En
sus palabras, se siente el homicidio diario a los sueños, a las ideas, a las
libertades, al derecho al trabajo propio y de todos los venezolanos que hacen
posible la producción de su programa. Entre sus contundentes y entrecortadas
palabras, porque así es la verdad, contundente, una canción, Alejandro Sanz nos
dice que “no es lo mismo ser que estar, no es lo mismo estar que quedarse, ¡qué
va!” “que sepas que hay gente que trata de confundirnos pero tenemos corazón
que no es igual, lo sentimos… es distinto” y termina sentenciando “vale…
que a lo mejor me lo merezco bueno… pero mi voz no te la vendo puerta… y lo que
opinen de nosotros… léeme los labios, yo no estoy en venta…”
Lo
siento Luis, lo siento por ti, por tu equipo, por tu familia, por Ximena,
Ximenita y Luis Ignacio, pero más lo siento de los millones de venezolanos que
permanecen rodilla en tierra, atrapados por la indiferencia, incapaces de
volverse a levantar. Tú estas hecho para volar alto, porque si algo tienes
intacto es la capacidad de soñar en la guarimba de tu corazón y más temprano
que tarde estarás a la altura de tus sueños… como siempre.
Es
sencillito, si hay algo que no puede ser Subtitulado son los sueños…
Y
espero me perdonen por el más grande Post Data que he hecho!
Ahora si...
¡Dios
les bendiga!
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