Eran las 2:15 de
la madrugada del 7 de diciembre del 2015, ya los cohetes, cacerolas y gritos se
han convertido en un lejano rumor. Una fría y suave brisa de madrugada
decembrina atraviesa mi ventana abierta, mientras trae como un susurro una bella
melodía…
“…Llevo
en mi sangre la espuma del mar y tu horizonte en mis ojos…”
Que
diferente al vasto silencio de los recientes “triunfos” chavistas.
La
melodía parecía flotar en la brisa que enfría las lágrimas en mis ojos. Esas
lágrimas que por 16 años han quemado mi rostro, mientras llenan la garganta con
sabor amargo, mientras mi corazón se encogía de tristeza, frustración y
decepción; y que ahora tienen el dulce sabor del orgullo y la alegría.
Ya hace rato la
Rectora Principal del Consejo Nacional Electoral y fiel adepta de la Revolución
Castro-Chavista, había anunciado con voz vacilante, el aplastante triunfo de la
Oposición venezolana.
De nada
sirvieron los retrasos injustificados para el cierre de mesas, ni las amenazas
para que fueran reabiertas las ya cerradas. No pudieron los amedrentamientos a
los testigos de “La Unidad”, las movilizaciones forzadas, amparadas por la
oscuridad de la noche, el 1 X10, el ventajismo, el derroche de fondos del estado
en la campaña oficialista, ni los bonos hallaqueros, Mercales electorales,
promesas de “Mi Casa Bien Equipada”, ni el millón de viviendas que ahora SI se harían.
De nada sirvió
que los tarjetones tuvieran las lucecitas quemadas, que se pegaran las
máquinas, que el sistema estuviera lento, que costara activar el botón de
“Votar” en la pantalla de la máquina, ni que te dieran el voto nulo por darle
varias veces al bendito botón.
El pueblo esperó
pacientemente, tantas colas que hemos tenido que hacer nos han entrenado para
hacer la cola definitiva, la cola que nos pondría en el camino a obtener el
artículo más preciado, la libertad.
“…Soy desierto, selva,
nieve y volcán y al andar dejo mi estela…”
Parece
tan lejano el momento en el cual mi papá me llamó para hablarme de su ansiedad
y de cómo había pedido asistencia; un hombre tan orgulloso se había doblegado
al temor de perder su voto, no quería dejar nada al azar. Nada se comparaba con
la alegría de obtener la papeleta de la máquina y ver reflejado su deseo de
cambio en ella, y ni hablar de la emoción al introducir su papeleta en la urna
electoral, alimentado por su sueño de vivir el tiempo restante, en una patria
de libertad, progreso, justicia y seguridad. Una Venezuela mejor a la gran
Venezuela de su juventud.
Atrás
quedaba la llamada de mi suegra, luego de sufragar en la ciudad de Valencia, aún
después de votar trataba de calmarse porque le temblaba hasta el alma.
Mis
pensamientos parecían avivarse con cada bocanada de aire fresco, cargado de
esperanza.
¿Que
estaría sintiendo aquella humilde viejita, que lloraba desconsolada, sentada en
la orilla de la acera, y decía que “estaba
cansada de hacer colas y no había podido ayudar, porque su voto había salido
nulo” …
Atrás
quedaban mis propios miedos ante la supuesta maravilla convertida en
automatización del proceso electoral, pero que tardaría casi 6 horas para
emitir un primer boletín. Un tímido boletín el cual certificaba el triunfo de
la oposición.
Hacía rato el
Ilegítimo había reconocido el resultado; rumores van, rumores vienen, pero el
resultado es IRREVERSIBLE. La sombra de una Asamblea Opositora con mayoría
Calificada se cierne cual espada encima de la cabeza de la ineficiencia, la
corrupción y poderes parcializados.
El ilegítimo
habla de la famosa “Guerra Económica”, la califica como la ganadora, se
deslinda de la responsabilidad de gobernar, tras 16 años de control total y
poder absoluto, se declara vencido por una Guerra de fantasmas, en donde nunca
hay culpables, simplemente se toman prisioneros, los cuales son liberados al
poco tiempo en un estricto secreto. Los mismos
fantasmas que por 16 años han intentado magnicidios sin culpables. En la
revolución solo hay autores intelectuales… en guerra económica ni en
magnicidios hay autores materiales.
En Venezuela
solo hay víctimas reales cuando se habla del fracaso en la “Guerra contra la
Inseguridad”, el desfile de urnas es la muestra clara de que esa guerra,
también la han perdido.
Se cerraron las
fronteras con Colombia, declarando la Guerra al Bachaqueo, al contrabando de
extracción que vacía los anaqueles de los supermercados. Hoy a 4 meses del cierre de la frontera, del
desplazamiento forzoso de cientos de ciudadanos colombianos, los anaqueles se
encuentran aún más vacíos.
“…La mujer que quiero
tiene que ser corazón, fuego y espuela…”
Esta
noche el férreo cerco mediático, también cayó vencido, la hegemonía mediática
del estado cayó arremetido por el ingenio del Secretario General de la Mesa de
la Unidad Democrática, el periodista y luchador social Jesús “Chuo” Torrealba
(@ChuoTorrealba ), quien a través de un canal de YouTube, Periscope y Twitter,
mostraron al mundo lo que los canales de tv venezolanos se negaron a mostrar, convirtiéndose
en la herramienta de referencia de la prensa internacional. Su equipo de periodistas,
reporteros, narradores y técnicos, desplegaron con gran profesionalismo la visión
plural de nuestra Venezuela.
Esa
noche Chuo Torrealba había ganado en la Guerra Mediática…
Nadie
dijo que el 7D ocurrirá un cambio automático, nadie dice que más tarde, al
amanecer se acabaran las colas, la corrupción, la ineficiencia.
El
Chavismo madurista, sigue siendo gobierno. Pasarán muchos días antes de que “El
Sistema Electoral más eficiente del Mundo”, arroje resultados definitivos.
Ahora
vendrán los ataques, la actual asamblea recrudecerá en sus actos desmedidos,
seguramente veremos más créditos adicionales aprobados con premura, seguramente
tratarán de otorgar poderes especiales al presidente, o elegirán
anticipadamente a los miembros de la Corte Suprema, como ya lo han anunciado.
Desaparecerán documentos. Ahora es que comienza la lucha por el Statu Quo.
El
animal se encuentra herido y ahora es más peligroso.
¡Pero
hoy Venezuela descubrió que NO ES INVENCIBLE!
Ya
el sueño me vence, la serenidad de la madrugada tiene adormecidas a mis perras
sobre mis pies.
Esta
cadena tiene muchos eslabones, y con el esfuerzo de todos, terminaremos de
cortarlos todos.
El
6D comenzamos un camino, difícil, escabroso, porque nadie a dicho que lo bueno
es gratis, automático. Pero hemos pagado la deuda, 16 años de estupidez han
sido quebrados por un día en donde decidimos que las migajas no son
suficientes. Que valemos más que una bolsa de comida. Que somos capaces de
decir Sí o No.
¡El
6D, dijimos BASTA!
SOMOS
LA NUEVA VENEZUELA.
Los
sonidos se apagan, el pecho está apretado pero el sueño me vence. En un rato
volveré a levantarme a las 4 a.m., volveré a hacer lo que me corresponde, iré a
trabajar, con orgullo renovado. Con el alma convertida en bandera.
Mis
perras se despiertan sobresaltadas al sentirme levantar para dirigirme al
cuarto, en donde mi esposa duerme, duerme como hacía muchos años no dormía después
de unas elecciones. Un sueño tranquilo y su rostro dibuja una hermosa sonrisa…
esa sonrisa que solo una mujer venezolana puede dibujar.
Alcanzo
a oír la estrofa final de la bella melodía y con voz queda y temblorosa la
acompaño diciendo…
“…
Y si un día tengo que naufragar
y
un tifón rompe mis velas
enterrad
mi cuerpo cerca del mar
en
Venezuela”
Dios
te bendiga venezolano… esta será una Navidad llena de limitaciones, pero
definitivamente será una ¡FELIZ NAVIDAD!
Reinaldo
Poleo
@rpoleo
Comentarios