“ A quella mañana amanecía como cualquier otra, con la diferencia de la terrible pesadilla, creo que en la noche me despertaba y luego me dormía y conciliaba el sueño y también la pesadilla. Era uno de esos malos sueños llenos de detalles, de sentimientos, olores, colores e imágenes. Uno de esos en los que te parece ver todo en 3D, desde afuera y a la vez eres el protagonista. Pero era solo eso, una pesadilla. Me levanto con pesadez y con el corazón apretado, siento las mejillas húmedas, evidentemente he llorado. Me incorporo lentamente y me preparo a ir al baño, lo que veo me paraliza. Sobre el sillón se encuentra extendido el mismo traje oscuro de mi pesadilla, el mismo que llevaba mientras enterraban a mi padre… Las piernas flaquean y me vuelvo a sentar en la cama. Las lágrimas vuelven a brotar intempestivamente por las mejillas mientras el pecho parece que se apretara con fuerza. No era pesadilla, mi padre había muerto…” Este verídico relato me acompaña...
Espero que este Blog, sirva como foro de ideas y opiniones que ayuden a compartir lo que sentimos y no discutimos, en una Venezuela de sueños robados