La noche cae y como siempre el equipo táctico hace el inventario, cálculo de raciones, estimación de costos, recursos.
A
la luz de las velas (porque nuevamente se fue la luz), se trazan las rutas de
aprovisionamiento, deben ser eficientes y efectivas, las distancias se hacen
largas y el combustible escaso.
En
tiempos de Guerra y Pandemia, los tiempos cambian, se acortan, así como las
horas para abastecerse y el ahorro.
Como
ya dije, el tiempo es fundamental, se debe hacer rendir y asegurar que la
seguridad sea una prioridad, mientras la Mutación Delta, del mortal virus
COVID-19, avanza en un ambiente descuidado y minado por la ignorancia (o
maldad) gubernamental y colectiva. Se hace primordial acudir a los locales comerciales
a las horas de menor flujo del rebaño. La convivencia con personas de alto
riesgo obliga, responsablemente, a adoptar medidas extraordinarias.
Rebaño: Conjunto de personas que se mueven
gregariamente o se dejan dirigir en sus opiniones, gustos, etc. (RAE)
Ya
en exploraciones anteriores se han determinado los proveedores según un
riguroso código:
ü Costos
ü Variedad
ü Oferta
ü Calidad
ü Cercanía
ü Facilidades y costos del estacionamiento
ü Facilidades y opciones de pago
Hace
tiempo quedaron atrás aquellas épocas en los cuales, hacer mercado, era una
cosa normal, y pensar que esos tiempos quedaron atrás mucho antes de que la
normalidad pre pandémica desapareciera.
Si la libertad bíblica viene después de las 10 plagas,
estimo que nos faltan 3 o 4… pero eso puede ser tema para otro artículo…
Aprovisionarse
no es cuestión de lobos solitarios, es trabajo de equipo, de manada, hay
lugares cuyo estacionamiento distorsiona el ahorro final, por lo tanto,
mientras uno baja a comprar el otro permanece atento en el auto en zona de
riesgo por la inseguridad, listo para emprender la huida en caso de percibir
algo extraño. En otros casos la compra merece dar vueltas mientras la pareja
compra, eso sucede cuando vale el gasto de la gasolina.
En Venezuela, “Compra Inteligente” es un verdadero acto
de estrategia, preparación y legítima inteligencia.
De
la experiencia pandémica en Venezuela me queda el siguiente aprendizaje…
ü Si usted no sale a la calle como antes,
o está trabajando en casa, debo recordarle que NO va a quemar las mismas
calorías, si no las quema se les van a notar. Si no me cree, mírese al espejo y
vea una foto suya del 13 de marzo del 2020.
ü Salga a caminar, a lugares abiertos,
temprano, así se calma la ansiedad que le hace comer todo el tiempo.
ü Si come más… necesita comprar más comida…
ü ¡Usted no gana como para comer light!
ü Aproveche de ahorrar y matar la ansiedad
caminando, estacione en un lugar público y relativamente equidistante de los
lugares en donde hace la mayoría de las compras. Póngase un morral a la espalda
y use el auto como centro de acopio, mientras el equipo se mueve en la
periferia.
ü Consulte siempre las formas de pago
aceptadas… usted no sabe si su banco está siendo victima de un “ataque terrorista”
ü De igual forma, siempre consulte a cómo
están calculando la divisa, si usted tiene Bolívares y los precios están
expresados en dólares, el ahorro se puede perder porque al local se le ocurrió
exigirle más Bolívares por cada dólar expresado en el precio. P.ej. en 1 local
el precio del aceite es de 3,50 en el otro se la dan en oferta en 3,30, sin
embargo, en el primer local reciben el dólar en 4.026.000 Bs.S por cada dólar mientras
que en el local de la oferta reciben los dólares en 4.400.000 Bs.S por dólar,
(estos deberían ser los problemas matemáticos de las escuelas venezolanas),
entonces en el local de la oferta ($3,20) usted pagará Bs. 14.520.000 por sus
900ml de aceite comestible, mientras que en el local “costoso" ($3,50)
usted pagará 14.091.000,00 por el mismo producto SIN “oferta”. En conclusión si
vas a pagar en Bolívares, no los gastes en falsas ofertas de los especuladores.
ü La calidad se paga. Mientras proliferan
los mercados ambulantes de verduras y otros, también aumenta la guerra de los
precios, sin embargo, debes aprender a diferenciar entre “caro” y
“costoso”. Realmente lo que hace caras las cosas, es su calidad.
Lo caro, normalmente no es muy bueno que digamos, mientras que lo costoso vale
la pena, es decir, es algo por lo que nosotros estaríamos dispuestos a pagar de
más. P.ej. consigo los huevos en $3,50, 3,90 y 4,15… ahora bien, les cuento que
me encanta cocinar, y la pandemia me llevó a ampliar mis recetas, una de las
cosas que aprendí a hacer es la “Leche de Burra", una especie de Ponche “aliñado"
con aguardiente de caña. La receta lleva 8 ñemas y medio litro de aguardiente,
entre otros ingredientes, es fundamental. Ahora bien, si lo haces con los
huevos de $3,50, corres el riesgo de sufrir un coma etílico. En cambio si lo
haces con los de $3,90, solamente te alcoholizaras, pero si usas los huevos de 4,15,
la bebida te resulta una deliciosa Ambrosía. La diferencia está en la calidad y
tamaño de los huevos. Los de 3,90 son caros… pero los de 4,14 son costosos, cuestan
pero vale la pena. Esto también se aplica a frutas, verduras y vegetales. Las
papas sin gusanos, el tomate manzano, la cebolla que no esté podrida en su
interior y los vegetales frescos son costosos… lo demás que parece salido de
los desperdicios de los mayoristas, es caro.
ü Si tienes teléfono inteligente, utiliza
las app de los negocios cercanos o de algunas empresas de o con Delivery, como
@farmatodovzla o @pedidosya.vzla, pues te permiten establecer tus precios
bases, cerca de tu hogar, sin salir de casa.
ü En lugar de dólares en efectivo, utiliza
las cuentas verdes de los bancos nacionales, úsalas para el menudeo, sus mesas
de cambio te ofrecen, casi siempre, mejor tasa que cualquier negocio o
supermercado, de igual forma puedes hacer compras o ventas de divisas con tu
aplicación y hasta retirar efectivo si lo necesitas.
ü De vez en cuando échales un ojo a los
bodegones, puedes llevarte una sorpresa, la cuestión está en adquirir lo que necesitas,
con calidad y buen precio.
ü El pollo… por Dios, el pollo es todo un
tema. Aprende a despellejar y desmembrar… te ahorrarás mucho dinero comprando
el pollo entero y JAMAAAAAS lo compres congelado, estarás pagando su precio en
“agua". Resulta que la mayoría de automercados te venden el pollo
congelado y los mismos son “inflados” con agua, lo cual incrementa
significativamente su peso.
ü Seamos solidarios, Venezuela se ha convertido en un país de
viejos y niños, muchos de ellos abandonados. Abuelos cuidando nietos, mientras
sus hijos y padres tratan de obtener divisas con las cuales darles algo de la
calidad de vida que con un trabajo en el país no pueden. Ancianos solitarios,
tratando de administrar su soledad y escasos recursos. Por cierto, la población
más frágil ante el COVID-19. La exposición es su mayor enemigo. Así que “Adopta
a uno o más personas en riesgo” y cuando hagas compras ofréceles
incluir las suyas en tu expedición de aprovisionamiento. Podrías estar salvando
vidas.
Espero
que estas recomendaciones sean de ayuda frente a las duras condiciones que
estamos viviendo, ahora bien, si todo eso te causa mayor ansiedad (como a veces
me sucede a mí) no le pares “bola”. Porque si la ansiedad te da por comer, al
final vas a comer más y gastar aún más.
A la hora de la verdad, lo barato y lo caro es
subjetivo, todo depende del dinero que tienes en el bolsillo, billetera o en tu
cuenta bancaria.
Y
si todo esto te causa estrés, pues sigue haciendo lo que haces, pues lo
verdaderamente importante es mantener la alegría y la salud mental desde el
corazón atrincherado.
Nadie
dice que sea fácil, pero te aseguro que aún sobrevivimos después de más de 20
años de guerra contra el pueblo y casi 2 años de Pandemia.
La
verdad es que cuando salgamos de esto, todo nos resultará “en bajadita"
ASÍ
QUE, A CUIDARSE, LUCHA INTELIGENTEMENTE Y COMO DECIMOS EN VENEZUELA…
¡NOS
VEMOS EN LA BAJADITA!
Reinaldo
Poleo
24/09/2021
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