En el
verano de 1941, los Estados Unidos, el Reino Unido y los Países Bajos
comenzaron un embargo de petróleo contra el Japón, amenazando su capacidad para librar una
guerra importante tanto en el mar como en el aire. Sin embargo, las fuerzas
japonesas continuaron avanzando hacia el interior de China. Durante los meses
de verano, Japón trató de sondear las posibilidades de lograr que los Estados
Unidos levantasen el embargo de petróleo contra el Imperio de Japón. La respuesta estadounidense fijaba como condición sine qua non la retirada de las tropas japonesas en
China.
Rechazando estas condiciones, Japón planeó
un ataque a
Pearl Harbor, Hawai, para mermar significativamente a
la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, y
después apoderarse de los petroleros de las Indias
Orientales Neerlandesas.
El 7 de diciembre, Japón
lanzó ataques por sorpresa, prácticamente simultáneos, contra Pearl
Harbor, Tailandia y
los territorios británicos de Malaya y Hong Kong.
Una flota de
portaaviones japoneses lanzó un ataque aéreo sobre la base, el
cual destruyó la mayor parte de los aviones estadounidenses de la isla y dejó
fuera de combate a la principal Flota de
Batalla norteamericana (tres acorazados fueron hundidos, y cinco
más gravemente dañados, aunque solo se perdieron definitivamente el USS Arizona y el USS Oklahoma, los otros seis acorazados
fueron reparados y pudieron regresar al servicio activo). Sin embargo, los
cuatro portaaviones estadounidenses (que eran el principal objetivo del ataque
japonés) estaban fuera, en alta mar. En Pearl Harbor, el muelle principal, las
instalaciones de suministro y de reparación fueron rehabilitadas rápidamente.
Más aún, las instalaciones para el almacenaje de combustible de la base, cuya
destrucción habría dejado mermada a la flota del Pacífico, fueron dejadas
intactas.
El ataque unió a la opinión pública
estadounidense pidiendo venganza contra el Japón.
Al día siguiente, el 8 de diciembre, los
Estados Unidos declararon la guerra al
Japón. Siempre serán recordadas aquellas palabras del Almirante Japonés Isoroku Yamamoto, Comandante
en Jefe de la Armada Imperial, “Me temo que lo único que hemos
hecho es despertar a un gigante dormido y llenarlo con una resolución terrible”
Esto significaba la participación directa de USA
en el conflicto que libraba Hitler en Europa desde 1939. Conflicto que despertó
a el Oso dormido, Rusia.
El resultado ya es conocido por todos, el mundo
quedó dividido en dos partes, una liderada por USA y la otra por la Unión
Soviética.
Dentro de este mundo bipolar, el Tercer Mundo lo
componían los países menos desarrollados en materia económica y tecnológica que
no pertenecían a ningún bloque y estaban habitados por las dos terceras partes
de la población mundial, especialmente en Latinoamérica, África y Asia.
El Tercer Mundo es poco homogéneo y se encuentra
muy dividido, especialmente por motivos de raza, cultura, así como de
disensiones territoriales y geopolíticas, a lo que se suma una gran diversidad
de intereses opuestos. De esta manera, la influencia de las grandes potencias,
se vio muy marcada tratando de asentar sus influencias en cada país, por medio
de acciones militares, políticas y económicas. La Unión Soviética se destacó
por sus acciones militares.
A fin de evitar un enfrentamiento directo con
Occidente, los dirigentes soviéticos optaron por un enfoque más sigiloso para
la explotación y creación de oportunidades para intensificar el poder soviético
en el tercer mundo y disminuir la influencia de Occidente. Es así como proyectaron
su influencia mediante el comercio, la ayuda, la propaganda y un gran
despliegue de actividades encubiertas.
Para poder mantener su estrategia, los soviéticos
tuvieron que adaptarse a las características que se encontraban en las diversas
zonas, dentro de la política internacional e implementaron nuevas tácticas para
lograr un acercamiento mayor con países del Tercer Mundo.
Durante décadas, la asistencia militar soviética
al Tercer Mundo fue el instrumento primario para incrementar su presencia en
los países en vías de desarrollo, así mismo para expandir su misma presencia en
países de orientación socialista.
Esta ingeniosa y sutil estrategia se hizo sentir
en Afganistán, Angola, Etiopía, Yemen del Sur y Vietnam. Sin embargo su mayor y
mejor discípulo fue definitivamente, Cuba, país que se convirtió en un apéndice
muy importante para los objetivos de la Unión Soviética en lugares tan
recónditos.
Definitivamente el alumno superó al maestro y
mientras la Unión Soviética se desmoronaba, Cuba afilaba sus fauces para
mantener el esquema de penetración aprendido del Oso del Norte, estirando con
sutileza sus tentáculos hacia países vecinos que pudieran mantener viva la
decadente dictadura.
Es así como Cuba perfecciona el método de
penetración el cual hemos llegado a conocer como Guerra Irrestricta o “Guerra Asimétrica”.
Dicho concepto se aplica a un conflicto violento,
en donde existe una gran desproporción entre las fuerzas tanto militares como
políticas de los bandos implicados, y que por lo tanto obliga a los bandos a
utilizar medios fuera de la tradición militar común. Entre estos medios se
cuenta la guerra
de guerrillas, la resistencia, toda
clase de terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo
de Estado, la guerra sucia o
la desobediencia
civil.
En la guerra asimétrica no existe un frente determinado, ni acciones militares
convencionales. Por el contrario, se basa en combinación de acciones políticas
y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.
Sirva como ejemplo el libro “Guerra Irrestricta”,
escrito por los coroneles chinos Qiao Liang y Wang
Xiangsui en febrero de 1999. Se trata de una obra teórica de
profundo calado sobre las guerras asimétricas futuras a gran escala. De manera
muy resumida, sus autores postulan la utilización de cualquier clase de lucha, sin
tener en cuenta ninguna objeción ética, ante una potencia abrumadoramente
superior en fuerza, tecnología o influencia diplomática.
La guerra irrestricta es una
guerra combinada, que trasciende los límites de las dimensiones y métodos en
las dos principales áreas de asuntos militares y no-militares; se deben incluir
todas las áreas que ejercen influencia sobre la seguridad nacional.
Para que una guerra sea irrestricta simplemente
se necesita que persiga un objetivo político por medio del ejercicio de la
violencia en un sentido amplio, es decir, traspasando el dominio de lo militar
para combinar de manera irrestricta elementos de las distintas dimensiones de
la seguridad, sobrepasando sus fronteras, por medio de combinaciones en lo
supranacional, supra-dominio, supra-medios y supra-niveles; todo con el objeto
de controlar al adversario.
En este sentido, los autores afirman:
«mientras que estamos viendo una reducción relativa de la violencia militar, al
mismo tiempo, definitivamente estamos viendo un aumento de la violencia en los
ámbitos político, económico y tecnológico».
Lo esencial del diagnóstico de Liang y Xiangsui
es que la violencia deja de ser un aspecto exclusivo de los hechos de sangre y
el uso de las armas de
fuego; desde ahora esta se ejerce por medio de la desinformación y
el control de ciertas áreas sensibles para un país y la sociedad que
vive en el mismo, como la economía y el suministro de recursos estratégicos
(¿les suena familiar?)
La globalización y dependencia tecnológica de los sistemas que
proveen de servicios a la humanidad son parte del engranaje. En términos
sencillos estamos frente a una revolución del pensamiento estratégico, por
cuanto se equiparan los ámbitos de acción; es decir, que las acciones bélicas
son desplazadas de su rol principal y directriz en el curso de la guerra.
A juicio de Liang y Xiangsui, los tres elementos
clásicos de la guerra: soldados, armas y campo de batalla habrían
sufrido transformaciones sustanciales. El campo de batalla se ha extendido
desde el enfrentamiento cara a cara de unos pocos adversarios en un terreno
determinado hacia múltiples dimensiones, aún la guerra
psicológica permite llegar al último refugio de la raza humana (el mundo interno de los corazones).
En el año 2005, asistimos a uno de esos
episodios, no precisamente mágicos, con el que regularmente nos regalaba Hugo
Chávez Frías; nos referimos a la polémica con relación a la negociación de
armas, compra de cien mil fusiles a Rusia, armamento a España y por lo visto a
Francia y el anuncio de un curioso
concepto, “Guerra Asimétrica” y vino
acompañado de una perturbadora modificación en la Ley de la Fuerza Armada, la
cual contemplaba entre otras cosas, incrementar los reservistas y llevar ese
contingente a dos millones de personas.
El conjunto de acciones relacionadas al concepto
son las siguientes:
- · Compra de armas, sin que se sepa el destino de las que se descartarán.
- · Incremento de reservistas, bajo las órdenes directa del caudillo y sin control de la Fuerza Armada.
- · Difusión de conceptos como “guerra asimétrica”.
- · Partidarios del régimen haciendo entrenamientos militares.
- · Vinculación de grupos de ciudadanos de manera directa con su caudillo sin la mediación de partidos políticos.
- · Incorporaciones de grupos radicales de simpatizantes del régimen dispuestos a defender como sea el “proceso”. Nacionales o supranacionales.
- · Modificación de leyes penales para criminalizar la disidencia.
- · Persecución de líderes de oposición y hostigamiento a defensores de derechos humanos,
Al igual que todos los estados totalitarios, la
inminencia de un ataque de parte de un monstruo temible, está destinado a poner
en la mente a un enemigo común, el cual te va a quitar todo lo que amas, todo
lo que tienes y termina absorbiendo tu vida en prepararte contra ese enemigo o
sus representante reales o imaginarios; el enfoque puede ser tan profundo que todas
las carencias se diluyen ante el enfoque único y liberador de la lucha por
venir. Así se alcanza el objetivo primordial de la guerra asimétrica, llegar al
último refugio del ser humano, su corazón.
El presidente Hugo Chávez constantemente advierte
a los venezolanos que una invasión de Estados Unidos es inminente.
En atención a esa eventual amenaza, Chávez ordenó
la reestructuración de la fuerza armada y la ampliación de las milicias
civiles, que son entrenadas para resistir a un potencial enemigo que sería
superior en cantidad y equipamientos.
Numerosos seguidores de Chávez, se han alistado
en la reserva atendiendo el llamado del mandatario izquierdista, lo que ha
permitido llevar esa unidad a unas 150,000 personas, solo en el año 2006, cifra
que está muy por encima de las fuerzas regulares calculadas en unos 100,000
hombres.
Simultáneamente, Chávez ordenaba la formación de
una milicia denominada Guardia
Territorial y anunció que esperaba llevar la reserva a un millón de hombres
y mujeres.
Algunos opositores sostienen que la idea del gobernante suramericano de incorporar masivamente a los civiles en la defensa nacional responde a un plan para crear una fuerza interna que pueda enfrentar a opositores y defender a Chávez a cualquier costo.
La mayoría de los soldados civiles venezolanos provienen de las barriadas pobres donde Chávez tenía un fuerte respaldo y el entrenamiento, que incluía remuneración, acceso a diferentes beneficios y la misma se impartía en buena parte, los fines de semana. La preparación incluye, el manejo de fusiles de asalto, el acondicionamiento físico y las carreras con obstáculos en medio de una nube de gas lacrimógeno.
Chávez insiste en que el golpe del 2002, que lo sacó del gobierno por dos días, fue promovido por Washington. Estados Unidos reconoció rápidamente al gobernante interino que asumió el poder durante la intentona. Materializando la visión del monstruo, USA se convertía en el enemigo a vencer.
Han transcurrido 15 años de la llegada del
Comandante de Sabaneta al Poder, y 9 años desde que los planes de Guerra
Asimétrica se hicieron público por él mismo.
Los hechos actuales demuestran que su plan,
efectivamente se llevó a cabo, somos un país envuelto en una guerra asimétrica.
Hoy hace “aproximadamente” 1 año de la
desaparición física del “Comandante Eterno”, así como 1 año en que su delfín,
Nicolás Maduro o “el hombre sin pasado” se hiciera cargo del gobierno, ungido
por el comandante y secundado por unas elecciones fraudulentas e inauditables,
ganadas por un muy estrecho margen y avaladas por los poderes arrodillados,
fieles a las directrices del partido de gobierno.
Un movimiento de descontento se ha ido adueñando
de esa “mitad opositora” de país, que no ha comprado el discurso romántico del
socialismo del Siglo XXI.
La perorata idealista, el discurso cargado de
elementos contrarios a la realidad cotidiana ha ido encendiendo voces en
diferentes lugares del país que claman por el cumplimiento de la ley y la
justicia. Voces que exigen al gobierno a abocarse en el desarrollo de políticas
destinadas al desarrollo de la economía, a la garantía de la seguridad
ciudadana.
Esta mitad de país quiere Paz, Justicia, el cese
de la escasez, el control de la inflación, puestos de trabajo, universalidad de
la educación, que acabe el sacrificio de la población para cubrir acuerdos que
benefician a otras naciones, en especial Cuba o “la Patria Grande” como la
llegó a llamar el primer “Apátrida
Nacional”.
La voz de millones de venezolanos se ha elevado,
encabezada por los estudiantes y secundada por aguerridos dirigentes como
Leopoldo López y Maria Corina Machado, entre otros, los cuales han despertado a
la población civil en distintos lugares de la nación. Ciudades como Mérida y
San Cristóbal se encuentran prácticamente sitiadas por la Guardia Nacional
Bolivariana y los “Colectivos Armados” que con apoyo del gobierno han realizado
los más terribles crímenes.
La situación se repite hasta en los más
recónditos pueblos, ciudades, y diversas zonas de la ciudad capital, en donde
los valerosos estudiantes combaten todos los días contra las fuerzas militares
y paramilitares, mientras el gobierno despliega toda su maquinaria diplomática
y propagandística para tratar de ocultar, lo que el mundo ha mostrado en pleno
y que los venezolanos somos incapaces de ver, por tener todos los medios
audiovisuales de rodilla ante el poder del estado.
Las Redes Sociales se han visto afectadas por los
controladores del estado, bajando la velocidad de conexión, bloqueando más de
2000 páginas Web o simplemente utilizando inhibidores de señales en los lugares
a ser atacados.
20 muertos, cientos de heridos, un número aún no
determinado de desaparecidos y más de 1000 detenidos es el saldo que hasta
principios de Marzo del 2014, tiene la cruel represión del Régimen, que
acompañados de Ballenas, tanquetas, bombas lacrimógenas, bombas aturdidoras,
perdigones, metras y balas, hacen frente a estudiantes que se baten entre
protestas, barricadas y piedras.
Efectivamente vivimos el efecto de la ya descrita
“Guerra Asimétrica”, no se utilizó contra el Imperio, ahora el enemigo es el
“representante del Imperio” encarnado en todos y cada uno de los venezolanos
que nos declaramos contrarios al modelo ineficiente y corrupto que ha
empobrecido al país.
Sin embargo, mientras somos atacados surge la
pregunta ¿Quién se beneficia de esta situación? ¿Solamente algunos
funcionarios, corruptos o alienados por el poder que llenan sus arcas con el
dinero de la nación?
Venezolanos, venezolanas, eso no es del todo
cierto.
Desde el principio de este, mi más largo artículo,
he querido dejar claro los elementos que conforman a los nuevos tipos de
guerra, les he querido dejar clara su evolución a través de los años y en
especial después de la caída del Muro de Berlín, la desintegración de la Unión
Soviética, el final de la Guerra Fría y la prácticamente desaparición del
Comunismo del mundo, dejando destetado a países como Corea del Norte
transformada en un Feudo y Cuba rodeada por un océano de pensamiento
capitalista. China ha tomado un camino de dominación comercial, sin embargo
Rusia, en manos del ex coronel de la extinta KGB, parece soñar de nuevo con su
poderío militar y su influencia en el equilibrio de los poderes mundiales.
Esa Cuba en quiebra, por años boicoteada y ahora
huérfana, nunca ha dejado de desarrollar y afinar las enseñanzas del viejo
poder soviético. Con inteligencia, paciencia y mucha sutileza ha sabido tener
presencia en muchos países de su entorno, logrando penetrar y comprar muchos
elementos, la mayoría de ellos enamorados por la ideología y embobados con la
idea romántica de una revolución que lo que ha hecho es hacer miserables a los
pueblos, mientras sus gobernantes les alimentan de cantos, palabras y
esperanzas aliñadas por la lucha contra el Imperio maligno.
Es esa Cuba inteligente, paciente y con hambre de
recursos que garantizaran su supervivencia, la que alimentó, alentó los sueños
del joven Teniente Coronel de Sabaneta, soñador de patria y de futuro.
Es esa Cuba, gobernada por la macabra figura del
legendario Fidel Castro, la que le acogió como un hijo de la revolución e hizo
germinar un ego de dimensiones continentales, mientras penetraban profundamente
en los intersticios del poder del estado venezolano.
Al día de hoy, es de conocimiento público y
notorio, la presencia de los cubanos en las Fuerzas Armadas, en las áreas de la
Salud, Deportes, Puertos y Aeropuertos, Petróleos “de Venezuela”, PDVAL, Control
Migratorio, Notarías y Registros así como en la Política Interna. Prácticamente
no hay un lugar en Venezuela en donde no exista presencia cubana.
El 30 de octubre de 2000 se firmó el primero de
los 150 acuerdos (al día de hoy según fuentes oficiales) que han suscrito Cuba
y Venezuela. Acuerdos
que abarcan cualquier tipo de actividades y que hacen hoy a la isla tan
dependiente de nuestro país como lo fue en su momento de la URSS (según
analistas nuestra ayuda financiaría más del 15% del PIB cubano).
En entrevista con CNN Dinero, el
doctor en Economía Ángel García Banchs dijo que Venezuela entrega un estimado
de 12.000 millones de dólares en "regalos a Cuba": la mitad de eso
correspondiente al pago del programa Misión Barrio Adentro (el servicio de
32.000 médicos cubanos en Venezuela) y la otra parte, consta de
"descuentos y créditos en factura petrolera que no se cancelan".
Para El Nacional la solidaridad
de Venezuela con Cuba es "irresponsable".
"Investigaciones serias y bien documentadas han expuesto las vergonzosas condiciones del tratado que, en virtud de un irresponsable concepto de solidaridad enarbolado por Hugo Chávez, convirtió a Cuba en país exportador de petróleo sin que la isla produzca una gota del preciado hidrocarburo. También estiman en más de 5.000 millones de dólares la deuda petrolera del régimen insular con nuestro país.”
En el año 2011, un cable submarino de fibra
óptica tendido desde Venezuela a Cuba, comenzó a ser usado de forma
experimental para realizar llamadas telefónicas internacionales y conexiones de
internet, el mismo no tendría acceso masivo para los cubanos a la red mundial
por ahora, según lo informaba el monopolio estatal de telecomunicaciones.
El cable de 1.600 km de largo, que también
conecta a Jamaica y que costó unos 70 millones de dólares, debía entrar en
operaciones con el fin de acabar con las limitaciones en las comunicaciones
internacionales de la isla, que La Habana atribuye a la imposibilidad de usar
otros cables submarinos debido al embargo estadounidense vigente desde 1962.
De igual forma, el poder económico de Venezuela,
ha financiado campañas en gobiernos de todo el continente, con aciertos y
desaciertos pero llevando la formula Cubano-Venezolana a los gobiernos de
Bolivia, Argentina, Brasil, Ecuador, entre otros. De igual modo se crea el
ALBA, una organización
internacional de ámbito regional, enfocada para los
países de América
Latina y el Caribe que
pone énfasis en la lucha contra la pobreza y
la exclusión
social con base en doctrinas de izquierda. El cual
provee ayudas garantizando el voto de muchos países en instancias internacionales
creadas a fin de preservar las democracias de la zona, como es la OEA.
De la mano del tutor en Guerra Asimétrica, Cuba,
y compras de conciencias, Venezuela ha llegado a penetrar a UNASUR y MERCOSUR,
fungiendo de “Cabildera” para la penetración de la “ayuda” o paquete cubano en
América Latina y Centro América. Sustituyendo la diplomacia convencional por la
diplomacia Mercenaria o de Maletín, más sencilla y eficaz que el empleo de
mentes con conciencia.
En estos duros momentos de lucha, que vivimos día
tras día, nos enfrentamos hermanos contra hermanos por la supervivencia del
Sistema Cubano.
Es un enfrentamiento entre venezolanos
convencidos en que combaten al imperio e ignoran las largas horas que deben
pasar para poder comprar los artículos de primera necesidad, combaten contra el
monstruo opositor mientras sus hijos mueren víctimas del hampa o en un centro
asistencial público parte de un sistema totalmente desmantelado.
Aplauden a un Ministro de Educación que
públicamente anuncia que la idea no es educar para que salgan de la pobreza y
se conviertan en escuálidos (opositores).
El silencio de una Fuerza Armada, obligada por
ley a defender la Constitución, parece estar de la mano del proceso de
desmantelamiento psicológico al que han sido sometido durante estos años, la
sustitución de sus líderes naturales por los más manejables, muchos segregados
por sus malas notas o mal comportamiento, los cuales pasaron del resentimiento
a abrazar al conquistador que le tendía la mano y la fortuna.
Luchamos contra un enemigo foráneo que penetró a
nuestra sociedad y vive de nuestros recursos, desviando las riquezas del pueblo
para su propio ideal de imperio y el beneficio de los traidores lacayos.
Hoy luchamos para recuperar nuestro país
desmantelado, basta con recordar las palabras del Fidel, “los pobres son el
combustible de la Revolución”.
Hoy las fuerzas enemigas nos declararon la guerra
abiertamente y de forma irrestricta, una guerra en la que se ha violado a la
persona, a la propiedad y a la integridad de los valores tradicionales en los
cuales se cimentó nuestra sociedad. Y quien siembra vientos, cosecha tormentas.
Desde mi silla escucho las detonaciones de las
bombas dirigidas contra nuestros guerreros de ideas, tal vez, son solo el
anuncia de la tormenta que se avecina. Cuba solamente falló en un aspecto en su
Guerra Asimétrica, fallo en derribar la última barrera de la Raza Humana, fallo
en derrumbar la trinchera de Nuestros Corazones, no ha podido vencer nuestra
alma, porque en esos corazones habita la misma alma que liberó naciones,
seguimos siendo los hijos de Bolívar.
Hoy volvemos a luchar contra la bota extranjera,
en otro tipo de guerra, pero algo no nos han podido quitar y es la bandera de
siete estrellas que ondea en nuestros corazones.
Las Trincheras de la libertad se abren paso, en
este mismo momento, en urbanizaciones, caseríos, pueblos y ciudades de todo
nuestro país, en este preciso instante resisten la embestida del aparato
represivo, conformado por fuerzas regulares e irregulares fieles a la
dictadura.
Hoy tomo el manifiesto suscrito por los Estudiantes
de las diferentes universidades del país, el cual dieron a conocer por medio de
un comunicado denominado “Manifiesto de
Mérida”, en el que además anunciaron la conformación de la Junta
Patriótica Estudiantil y Popular (JPEP) con la finalidad de devolverle
la Libertad y la Soberanía a Venezuela. Y reza lo siguiente;
“Los estudiantes hemos unificado a la Nación en
torno a la conquista de la Libertad de Venezuela. Por eso el régimen castro-comunista
con grupos paramilitares y la Guardia Nacional, han asesinado, torturado y
apresado compañeros en todo el territorio nacional. El pueblo se ha sumado con
nosotros: se ha despertado el espíritu libertario ante la opresión de 15 años
de este sistema político. En virtud de este momento histórico, sostenemos ante
el país la siguiente postura de manera contundente, honorable e irrenunciable,
frente a los que nos quieren dominar y sus colaboradores:
1) Todo sistema político es vigente en la medida que sean representativos sus líderes: el pueblo en la calle ha demostrado que hoy dejaron de serlo. En este sentido, nos piden dialogar luego de 15 años de opresión. Nosotros no queremos paz de esclavos: nosotros somos venezolanos libres. No hay diálogo posible con un régimen clientelista y totalitario que busca hacernos dependientes. La Libertad no está en venta. Nosotros no vamos a legitimar un régimen que ha empobrecido a la mayoría de los venezolanos. Las mesas de diálogo del año 2004, en las que estuvieron Jimmy Carter y César Gaviria, demostraron que no hay buenas intenciones. Este tipo de regímenes son ineficientes: a propósito destruyen a las Naciones para poder controlar mejor. No dialogaremos para perpetuar en el poder a los peores venezolanos. Cualquier posibilidad de diálogo para nosotros, está condicionada imperativamente, por un cambio de raíz del sistema político.
2) Exigimos como patriotas la retirada de toda fuerza de ocupación militar cubana. Queremos que salgan de nuestro territorio, todos los funcionarios dentro de nuestras instituciones por cuanto representan con su injerencia en nuestros asuntos internos una amenaza a la seguridad de la Nación. Nosotros queremos una Nación soberana.
3) Vamos a conquistar nuestra Libertad. Libertad individual. Libertad económica para poder vivir producto de nuestro propio esfuerzo. Libertad de expresión para informarnos y expresarnos sin controles de ningún régimen. Libertad política para manifestarnos, reunirnos y organizarnos sin que sea un delito. Libertad para elegir sin que signifique una farsa. No toleramos los controles de este régimen castro-comunista ni de ningún otro que atente contra los valores y principios de los venezolanos.
4) Exigimos la disolución y desarme de los grupos paramilitares que protege y arma el régimen para infundir el miedo entre los venezolanos. En este sentido, mientras siga el ataque terrorista por parte de estos grupos de manera impune, llamamos al pueblo a que se defienda. Nosotros nos protegemos con las “Trincheras de la Libertad” en nuestras ciudades y pueblos, porque no permitiremos que ataquen a lo más sagrado para nosotros: la familia y el patrimonio.
5) Exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos, libertad plena para los que fueron detenidos y el regreso de todos los exiliados.
1) Todo sistema político es vigente en la medida que sean representativos sus líderes: el pueblo en la calle ha demostrado que hoy dejaron de serlo. En este sentido, nos piden dialogar luego de 15 años de opresión. Nosotros no queremos paz de esclavos: nosotros somos venezolanos libres. No hay diálogo posible con un régimen clientelista y totalitario que busca hacernos dependientes. La Libertad no está en venta. Nosotros no vamos a legitimar un régimen que ha empobrecido a la mayoría de los venezolanos. Las mesas de diálogo del año 2004, en las que estuvieron Jimmy Carter y César Gaviria, demostraron que no hay buenas intenciones. Este tipo de regímenes son ineficientes: a propósito destruyen a las Naciones para poder controlar mejor. No dialogaremos para perpetuar en el poder a los peores venezolanos. Cualquier posibilidad de diálogo para nosotros, está condicionada imperativamente, por un cambio de raíz del sistema político.
2) Exigimos como patriotas la retirada de toda fuerza de ocupación militar cubana. Queremos que salgan de nuestro territorio, todos los funcionarios dentro de nuestras instituciones por cuanto representan con su injerencia en nuestros asuntos internos una amenaza a la seguridad de la Nación. Nosotros queremos una Nación soberana.
3) Vamos a conquistar nuestra Libertad. Libertad individual. Libertad económica para poder vivir producto de nuestro propio esfuerzo. Libertad de expresión para informarnos y expresarnos sin controles de ningún régimen. Libertad política para manifestarnos, reunirnos y organizarnos sin que sea un delito. Libertad para elegir sin que signifique una farsa. No toleramos los controles de este régimen castro-comunista ni de ningún otro que atente contra los valores y principios de los venezolanos.
4) Exigimos la disolución y desarme de los grupos paramilitares que protege y arma el régimen para infundir el miedo entre los venezolanos. En este sentido, mientras siga el ataque terrorista por parte de estos grupos de manera impune, llamamos al pueblo a que se defienda. Nosotros nos protegemos con las “Trincheras de la Libertad” en nuestras ciudades y pueblos, porque no permitiremos que ataquen a lo más sagrado para nosotros: la familia y el patrimonio.
5) Exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos, libertad plena para los que fueron detenidos y el regreso de todos los exiliados.
Es este el momento de definir nuestro destino.
Está a prueba nuestro gentilicio y hemos sensibilizado al mundo con nuestro
coraje. No hay posibilidad de cambio real si no logramos llegar hasta el final:
por eso, está prohibido perder. Vamos a vencer, y con el pueblo refundar a la
Nación como la más libre del continente. Por la memoria de nuestros caídos no
nos vamos a rendir. Es el momento de reescribir la historia de Venezuela y
suscribirla con el sudor de nuestro esfuerzo.
Es por ello, que a partir del día de hoy 02 de Marzo del 2014 desde las trincheras de la Libertad de la Ciudad de Mérida, declaramos constituida la JUNTA PATRIÓTICA ESTUDIANTIL Y POPULAR (JPEP) con la finalidad de devolverle la Libertad y la Soberanía a Venezuela, en reunión de los dirigentes estudiantiles, juveniles y luchadores populares del país, suscribimos los abajo firmantes.”
Es por ello, que a partir del día de hoy 02 de Marzo del 2014 desde las trincheras de la Libertad de la Ciudad de Mérida, declaramos constituida la JUNTA PATRIÓTICA ESTUDIANTIL Y POPULAR (JPEP) con la finalidad de devolverle la Libertad y la Soberanía a Venezuela, en reunión de los dirigentes estudiantiles, juveniles y luchadores populares del país, suscribimos los abajo firmantes.”
Esto no es un manifiesto, es una aclamación por
nuestra libertad, es una manifestación de nuestro deseo de vivir soberanamente.
VENEZOLANOS, VENEZOLANAS!
ESTA ES NUESTRA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA!!!
LARGA VIDA A LA VENEZUELA DE PRIMERA!
LARGA VIDA A LOS VENEZOLANOS!
¡DIOS NOS BENDICE, PORQUE ESTAMOS DEL LADO DE LA JUSTICIA Y DEL LADO
CORRECTO DE LA HISTORIA!
¡FUERZA Y FE!
Nos vemos en la Calle!
Reinaldo Poleo
@rpoleo
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