“¿Y cuánto falta para que esto acabe?”
No fue Anónimo,
fueron Muchos
Septiembre
del 2018, considero que mi tercer libro, y final de la trilogía, está tardando
demasiado. Para mis lectores no es de extrañar que cada artículo de mi Blog, o
la mayoría de ellos, ha sido el material que ha conformado cada uno de los 2
libros anteriores, experiencias vividas, puntos de vista, una especie de
“Diario de Ana Frank”, respetando la distancia, sin embargo, empeñado en dejar
constancia de lo que pareciera una vida en suspenso, a veces siento que ese término
es el que mejor se adapta para un pueblo o hasta una generación a la que le
robaron “su momento”, al quitarle la más elemental normalidad, si es que la
normalidad existe.
Antes
de comenzar a escribir hoy, me fui a ver cuál fue el último artículo a fin de
verificar la fecha y les aseguro que quedé pasmado con el título, su narración
y el tiempo transcurrido, “Exterminio, 19 años después”, tema
bastante delicado para los actuales momentos.
En
mi artículo, tal y como acostumbro en muchos otros, hacía el símil con una
película, hablaba de un contagio y del exterminio de la sociedad tal cual la
conocemos, comparando los estragos del virus cinematográfico con el virus
llamado “Socialismo del Siglo XXI” y la destrucción de nuestra sociedad, a tal
modo que comenzaba un éxodo de venezolanos tan grande que hoy día es
considerado como el más importante de los últimos tiempos en el mundo.
Muchos
comentarios, opiniones… hasta el diario cubano de mi estimada y admirada
bloguera Yoani Sánchez, 14 y Medio, publicó el artículo, generando un
debate bien interesante, el cual pueden leer en https://www.14ymedio.com/opinion/Exterminio-Venezuela-anos-despues_0_2517948185.html
Al
final del artículo, termino con mi clásico exhorto cargado de optimismo, de
fuerza y esperanza…
Y
entonces… vino insistentemente una pregunta:
Esa
fue la bomba de racimo que derribó mi mano del teclado, derrocando mi corazón,
después de 19 años de férrea defensa.
¿Saben?,
La Esperanza es un arma muy peligrosa, la esperanza no es infinita, inagotable.
La Esperanza es un Recurso Natural Renovable, pero puede acercarse
peligrosamente a la extinción. Y en esto se basa el liderazgo, en el fino
manejo de la esperanza.
La
Esperanza que supera a los líderes se convierte en profecía, cayendo
inevitablemente en el campo de la Fe, más aún, en lo sobrenatural, lo cual
traspasa al tiempo y nos supera.
Comencé
a releer mis artículos anteriores, 10 años escribiendo, contando la historia de
un país que se va deshaciendo, desde mi realidad. 10 años sacando una sonrisa en
medio de un malvado ataque a la esperanza atrincherada en el resistente corazón
de millones de venezolanos. 10 años prácticamente recordando que lo maravilloso
y posible cuesta y estamos pagando el precio para alcanzarlo.10 años
escribiendo en medio de 20 largos años de oscuridad…
Pero
cuando alguien te dice,
“¿Cuánto falta? ¡porque no me queda mucho tiempo…!”
Se
te acabaron los argumentos…fue un golpe certero… me derrocó la esperanza…
En
el tintero quedaron anécdotas, un cuento y dos novelas.
La
tinta dejó de ser azul, para salir roja como mi propia sangre.
Vale
la pena acotar, que no es tan fácil derrocar un corazón, hay que poner en
contexto los 20 años que han transcurrido desde que mi vida era “normal”, en
donde tenías un trabajo, que con tu salario presupuestabas, te comprabas un automóvil
del año, aspirabas a comprar tu casa, viajabas… Una normalidad en la cual
PLANIFICAR y PRESUPUESTAR, eran palabras comunes en tu vocabulario.
Una
normalidad en la que luchabas por tus sueños… no tenía que luchar por
sobrevivir.
A
pesar de eso, en esos 20 años de oscurantismo en un zoocialismo salvaje, pude
levantar una empresa, que dio trabajo a otras personas, la cual nos permitió
ahorrar y una hiperinflación brutal, histórica e histérica se arrastraría con
empleados y sueños, obligándonos a reinventarnos nuevamente, 20 años más
viejos… 20 años más cansados…
La
miel hace falta, mucha falta, a los labios que la han probado…
Y
aquí estaba yo, a finales del 2018, curiosamente pensando en que justamente es
el año en que después de 10 años y casi una veintena de películas, llegó el
inevitable choque entre los héroes de Marvel contra el devastador Thanos quien
redujo a cenizas la mitad del universo en la película “Vengadores, Infinity War”
… Vaya casualidad de tiempos, situaciones y efectos.
Hasta
en ficción el corazón salió derrocado…
Y
así llegó el 2019…
Sin
elementos para que mejorara la situación, continuó en caída libre la
destrucción de nuestra Venezuela. Los que quedamos, resistimos en medio de
persecución, destrucción de la economía y el surgimiento de una economía
alterna bañada en dolarización. Es curioso como te terminas pareciendo a lo que
más odias. Tanto hablar del imperio y en la cúpula del gobierno reina un
capitalismo salvajísimo (si es que la palabra existe y si no, que la incluya la
RAE porque no cabe otra), mientras la moneda verde deja a un lado al
tradicional Bolívar. Al final, de una u otra forma, Washington se instala.
El
último bastión de la democracia en Venezuela, asumiendo sus facultades, a pesar
de estar declarada en desacato al no ponerse rodilla en tierra ante el régimen,
y según lo señalado por la Constitución Nacional, así mismo, la misma
Constitución que el difunto comandante proclamaría como la mejor del mundo, proclama
al Presidente de la misma, como Presidente Encargado de la Republica
Bolivariana de Venezuela, quien asume el cargo en un multitudinario acto de
masas (verdaderas, no obligadas), la cual se lleva a cabo en Cabildo Abierto
efectuado en la Avenida Francisco de Miranda, ante los atentos ojos del mundo
entero.
Sería
éste ultimo acto democrático, el cual, sumado a las nuevas protestas de calles
en apoyo al nuevo gobierno, así como el terrible impacto en las naciones
vecinas de los millones de venezolanos que cruzaban la frontera, lo que
contribuiría a una cascada de reconocimientos internacionales al nuevo gobierno.
Tanto instituciones como gobiernos reconocerían al joven Guaireño,
sobreviviente de la tragedia de Vargas, como Presidente Interino de nuestro
país, quien trazó una ruta para el retorno de la democracia regida por tres
pasos importantes, “Cese de la Usurpación, Gobierno de Transición y
Elecciones Libres”.
Claro
está, el régimen no se rendiría tan fácil, luego vino la batalla de la frontera
para evitar la llegada de la ayuda humanitaria obtenida por el presidente
interino, la cual reveló al mundo, en dramáticas imágenes, a delincuentes
comunes, investidos como fuerzas paramilitares, fuertemente armados rechazando
a los camiones con la ayuda, aumentando aún más los apoyos internacionales.
Sin
embargo, hay Protocolos Internacionales que cumplir, el número de muertos, ni el
de desplazados, nada de eso es importante hasta que se cumplan los protocolos
que garanticen el correcto uso de los procedimientos internacionales. Son solo
vidas, y no son conocidos por los cuidadores de las formas… Son sólo unas vidas
más o menos… como en África, como en Siria… son sólo peones en el juego de
poderes entre Washington, Moscú y Beijing y sus marionetas institucionales.
Como
decimos en Venezuela, en el mundo hay mucho “Rabo e’ paja”, por eso cuidan
tanto sus intereses.
Y
así llegamos a Oslo…
Cuando
teníamos meses en marcha, juramentos, avances y retrocesos, los gringos al
mando de Trump parecían calentar motores y preparaban sus juegos de cartas (de
esas con los rostros de los delincuentes), y parecía que ya se untaban el
protector solar para evitar el color extraño de su presidente, mientras el
fantasma de Somoza, Noriega y Granada hacían giros sobre Miraflores cual
zamuros sobre la carroña… Hasta el filántropo británico Sir Richard Branson
(debe ser amigo de Bruce Wayne) organizó en febrero un concierto en la frontera
con la intención de recaudar fondos internacionales para la compra de la ayuda
humanitaria que necesitaba, o necesita (y debo agregar las palabras CON URGENCIA),
el país. Presidentes y artistas se arremolinaban, creo que hasta hacían cola
para tomarse fotos con el joven líder y presidente interino de una nación caída
en desgracia, todos querían la foto con el nuevo Libertador.
Y
yo pensando… “¿Será que ahora sí? ¿Se estarán escribiendo los últimos capítulos
de mi tercer libro???
Pero
mi mano desconfiada, esa mano que tanto había escrito permanecía inerte,
enigmática, como conocedora de un secreto que solo ella sabía.
Imaginen
el escenario, para la mayoría de los venezolanos pensantes (duélale a quien le
duela el término), la palabra “Diálogo” significa dilatación, oscuros acuerdos,
estirar la arruga, abrazos clandestinos o asegurar el “coroto”. Basta con
recordar que la sangre ha alimentado dialogosssss desde que Maduro se instaló
en el poder en el 2013. Después de las fuertes protestas de febrero del 2014,
que dejaron medio centenar de muertos. El gobierno logró congelar las calles
con su llamado a dialogo, debo agregar que NO estoy en contra de dialogar, el
detalle es con quien, es un recurso de gente civilizada y ser civilizado pasa
por actuar civilizadamente, actuando con rectitud, no disparando contra
manifestantes desarmados, ni deteniendo arbitrariamente, ni desapareciendo
gente.
Luego
en el 2016, una nueva oposición logra estructurar acciones destinadas a retomar
la línea de lucha por el retorno a la democracia, venciendo la desconfianza del
pueblo traicionado. Y el gobierno vuelve a sacar su tarjeta de “Salir Gratis de
la Cárcel” (léase como una alegoría al juego del Monopolio). La cosa se pone
dura, y el 30 de octubre del mismo año el gobierno grita ¡PARLEY! o ¡Dialogo puej!, los países civilizados
asienten levantando una ceja, la ONU se abraza y la vaina sigue de igual a peor
para el pueblo venezolano.
En
septiembre del 2017, luego de otro repunte de protestas, se van a conversar a
las divinas playas de República Dominicana, hasta noviembre de ese año en que
las suspenden. Vuelven a la playita en el 2018 y entraron en receso indefinido…
Una vez más el gobierno sale fortalecido, es un trabajo simple, ridiculizas a
los lideres de la oposición y después se toman un par de añitos para que pueda
rearmarse la misma… mientras tanto la nación se desangra.
Y
así llegamos al 2019, la cosa está que arde, mucho venezolano le pide al
Presidente Interino que se traiga a los Marines y acabe con esta vaina de una
vez, ya dejé de llamarlo Juan Guaidó… ya me suena Jhon… JHON GUAIDO, Presidente
Interino de los Estados Unidos de Venezuela.
El
muchacho hace una exitosa gira internacional, el gobierno lo quiere preso,
otros piden su cabeza en bandeja y el muchacho entra a Venezuela por Maiquetía
y en vuelo internacional… y no pasó nada. El Pueblo lo recibe como héroe.
Así
es amigo lector… miro a mi mano, la animo a que escriba… pero nada.
Europa
con su estilo menos pragmático dice que no apoyará al Presidente Interino si no
se agotan todas las medidas.
Vale
la pena recordar que el Drácula de Bram Stoker, era europeo… al parecer para la
refinada dirigencia europea, nunca hay sangre suficiente.
Sin
embargo, JHON asume una muy valida posición, ofreciendo su cabeza, vamos a
cumplir los protocolos europeos ya que el mundo tiene más de un hemisferio.
Oslo
fue un fracaso, pero por primera vez, no lo fue para la oposición, sino para el
gobierno. No lograron sentarse frente a frente con los opositores, no pasaron
de las condiciones y Europa no cayó en la trampa del “Dialogo indefinido”.
Mi
meñique tuvo un leve movimiento.
Mientras
tanto, el 2019 quedaría en nuestras memorias como un largo año de combate entre
la luz y la oscuridad, en enero ultimaron a Oscar Pérez, el ex inspector del
CICPC quien se re rebeló contra el gobierno de Maduro, necesitaron de armamento
de guerra y Colectivos armados para capturarlo y ajusticiarlo en el sitio. En febrero,
la organización Transparencia Internacional nos presenta como el país más
corrupto de Latinoamérica. En marzo, le quitan 5 ceros a la moneda, el bolívar
fuerte se convierte en “Soberano” y así se totaliza la perdida de ocho ceros a
la moneda del que hasta hace 20 años fuera el país más rico de Latinoamérica. El
7 de marzo, el país queda a oscuras en el gran apagón del país, durando en entre
5 y 7 días, causando graves problemas en hospitales, clínicas, industrias, el
transporte, servicios de agua y múltiples saqueos a nivel nacional,
principalmente en el estado Zulia. El 25 de marzo ocurrió un segundo apagón
donde otra vez quedó sin energía la mayor parte del territorio nacional en
total 16 Estados, y una semana más tarde el 29 de marzo, ocurrió un tercer
apagón, el cual duró más de 4 días afectando 23 estados. El 9 de abril de ese
mismo año, sucede un cuarto apagón en toda Venezuela. Otro apagón de gran
magnitud ocurrió el 22 de julio. Por lo menos se han presentado en el año
2019 cerca de 23.860 fallas eléctricas en todo el país inclusive en Caracas y
se han reportado 25.617 aparatos electrodomésticos dañados entre neveras,
televisores, microondas.
En
el año 2019 se abandona el interior del país, los apagones son una constante,
la gasolina desaparece y todo se concentra en la Región Capital. Comienza una
migración interna hacia la capital, la gente del interior del país va hacia la
capital como la polilla a la luz en busca de “La Normalidad”.
Maduro
se reeligió en una elección en mayo del 2019, con muchos más votos que votantes,
en los que no participó la oposición reconocida, sino unos “opositores” a la
medida del gobierno… con los cuales, por cierto, hoy día mantiene un proceso de
“Dialogo Continuo”.
5
millones de venezolanos se encuentran regados por el mundo.
Tenemos
2 presidentes, 1 asamblea constituyente perpetua, 2 Asambleas Nacionales.
2019
marcó el final de Thanos, el supervillano del Universo Marvel, en la película Avengers:
Endgame.
Y
nosotros, los que dijimos que jamás seríamos como Cuba, llevamos 21 años
resistiendo.
“¿Y cuánto falta para que esto acabe?”
Hoy
no voy a dejarles ningún mensaje de esperanza.
Escribo
desde mi confinamiento.
Desde
mi encierro.
Hoy,
mi mano lo quiere intentar una vez más. Perdí mi empresa, me he caído y
levantado y cuando creo que me estoy poniendo de pie, viene la vida y me vuelve
a derribar.
No
vengo a decirte que falta poco o mucho, pero lo que si puedo asegurarte es que
YO llevo la cuenta de las veces que me he vuelto a levantar, no de las que he caído.
Hoy
escribo desde una Pandemia Global… Parece mentira, parece un título de película
y en mi corazón espero que Iron Man regrese de la muerte y venga a salvarnos.
Porque…
cuando crees que las cosas no pueden ser peores, la vida te muestra cuan
equivocado estás.
Termino
escribiendo esto hoy 19 de abril del 2020, son las 7 de la mañana. Solamente
espero un aire de internet para publicarlo, porque en un país que no cuentas
con servicios públicos, lo que para ti que vives en “Países Normales”, lo normal
es para nosotros un privilegio.
No
puedo darte esperanza, pero mi mano se alzó para contar esta historia, porque
recordó que, aunque las cosas puedan siempre empeorar, creo firmemente que
también pueden mejorar.
Yo
creo, desde mi encierro, desde mi quiebra, desde mis caídas y levantadas.
Yo
creo desde este corazón que necesita reforzar sus barricadas cada día en medio
de un desolado campo de batalla. Porque esta barricada mantiene viva y fuerte a
los corazones que lo acompañan.
Yo
creo… Por Dios creo, que todo esto tiene un sentido y esta historia debe ser
contada.
No
desapareceremos…
¡UNA
VEZ MAS NOS LEVANTAREMOS!
UNA
Y OTRA, Y OTRA VEZ.
El
exterminio no cesa, ni los virus, ni la avaricia humana.
Hoy
más que nunca les pido FUERZA Y MUCHA FE…
“Papá…
Me dijiste que temías no ver el día de la liberación porque te faltaba poco… Y
mira, desde una Guerra Mundial has llegado a una Pandemia, esa si es una vida
de película. A más de un año de tus palabras aquí estamos. Vivos, luchando,
resistiendo… reescribiéndonos y escribiendo”
Por
este Corazón, que no ha sido derrocado…
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