Debo reconocer que a pesar de seguir resistiendo en
la “trinchera del corazón”, los ataques diarios son cada vez más agresivos y
crueles. Las opciones de buscar sosiego en esta batalla por sobrevivir en esta
“Tierra de Gracia”, cada día son más difíciles o más costosas.
En lo
personal, mi pasión por viajar se ha visto restringida por dinero o seguridad;
el dinero obstruye a las opciones Internacionales, mientras que la inseguridad
atenta las opciones nacionales.
A fin de
mantener mi cordura en estado aceptable, he llevado a mi trinchera 3 pasiones
que en este momento puedo disfrutar y tranquilizan el alma mientras ejercitan
cerebro y corazón. Estas son, Cocinar, Escribir y los Videojuegos.
¡Es en
serio! A mucha gente le cuesta creer que a mis 51 años me guste un videojuego,
cosa que me parece, por demás lógica para un Nerd que vio nacer el Atari y al
Nintendo.
Carezco de
consola de juego porque puede ser causal de divorcio, sin embargo, el avance
tecnológico me permitió acercarme, con mucha prudencia, a los juegos en los
dispositivos móviles, y digo con mucha prudencia porque a conciencia debo
evitar tener muchos juegos, ante la posibilidad de quedarme “enganchado”.
Aún más,
ahora están de moda los Juegos de roles y en red, son juegos en los cuales te
disfrazas de un personaje y entras en diversos tipos de juegos a batallas y
otras especies, formando hermandad con una gran cantidad de personas a nivel
mundial, las cuales comparten de forma más o menos intensa, tu afición. ¡En
otras palabras, creo que este Nerd de apartamento, se terminó convirtiendo en
un Geek!
En
Wikipedia, para los que no sigan el vínculo que les he dejado, define a un
Geek, como “Suele entenderse como geek a una persona que prefiere la
concentración, la dedicación hacia sus intereses, trabajo o aficiones —las
cuales normalmente son de carácter técnico, o más bien tecnológico— y la
imaginación; en lugar de otras cuestiones entendidas quizá por comunes, como
por ejemplo puede ser buscar un cierto grado de aceptación social, o al menos
una aceptación social poco convencional. En este sentido, el concepto al que se
refiere el término «nerd» es compartido por geek. Se entiende que para una
persona geek no importa demasiado el grado de extravagancia que conlleva el
aprendizaje o tiempo invertido en sus habilidades…”
¡Más o
menos yo puej! Pero con mi sabor tropical y el roce social que la edad y las
experiencias me han otorgado.
En mis
raros momentos de desconexión de la vorágine diaria, en esos de esperas, en los
cuales quedo oculto de las miradas malandras de los delincuentes de oficio, es
cuando abro mi celular y busco el único juego que tengo activo… Su nombre es
Clash of Clans, o Guerra de Clanes.
Dicho juego
es considerado un videojuego de estrategia y “multijugador masivo en línea”,
según lo indica la búsqueda en Google. La página del Juego (www.clashofclans.com
) define al juego como un “Épico juego de estrategia, en donde construyes tu
aldea, entrenas tus tropas y batallas con millones de otros jugadores en
línea”.
Y ahí estoy
yo, sentado en un rincón de la consulta, esperando al médico…
Lord Old
(ese es mi pseudónimo) ha colocado a un “constructor” a subir de nivel su
Ayuntamiento, el edificio resistirá más, de esa forma me dará acceso a nuevas
tropas, defensas y recursos.
Mientras el
constructor realiza su labor, unas aldeanas trabajan alrededor de mi aldea. Los
balancines funcionan constantemente, produciendo elixir y elixir negro, este
último es el más costoso y difícil y es el único que puede mantener con vida y
en desarrollo mis poderosas “Tropas Oscuras”, mientras que el otro elixir, me
permite mantener al resto de las tropas.
No
obstante, debo realizar mejoras constantes a mi aldea, mejorar muros,
fortificar defensas a fin de evitar que mis almacenes de elixir se vean
destruidos por saqueadores en busca de mis recursos… y debo mejorar mis tropas
a fin de poder “saquear” con mayor eficiencia y obtener el elixir necesario
para realizar mis mejoras, en un eterno circulo vicioso. No estoy solo en esta
lucha. Me he aliado a otras aldeas bajo un estandarte, al mando de un líder, soy
parte de un Clan. La vida en el clan mantiene una interconexión constante entre
sus miembros, los cuales comparten estrategias, consejos y tropas. No obstante,
lo más importante, es declarar guerras a otros clanes, con el fin de obtener
experiencia y gran cantidad de recursos.
Es
impresionante cuando uno es atacado, todas las civiles, corren apresuradas a
ocultarse en el ayuntamiento, mientras el enemigo despliega sus tropas frente a
mis muros.
Sigo
esperando en el consultorio, la Señorita me avisa que la Doctora tardara en
llegar porque “está operando” …
El
Whatsapp, no deja de vibrar… los mensajes no me dejan modificar mi “Aldea de
Guerra”.
Veo un
mensaje de un amigo, que raro, es Alex y no es común que escriba…
Alex es uno
de esos personajes que marcan tu vida. Es un tipo brillante, un científico
concienzudo, metódico, enfocado. Así ha sido desde el día en que lo conocí, por
allá en los 80, cuando estudiamos juntos en la Fundación La Salle en la Isla de
Margarita.
Alex es un
ávido lector, cuya personalidad parece surgida de una obra de Franz Kafka, con
Hermann Hesse de Padre y Mafalda de Madre.
Su
paciencia le ubicó desde el principio en lo que quería hacer, definitivamente
este hombre nació para ser un Acuicultor.
Es el tipo
que uno dice, nació en el lugar y momento equivocado.
Desde
nuestra salida al mundo laboral, Alex se enfocó en la producción piscícola, la
cual ha logrado dominar extraordinariamente. Es un tipo que debería estar
desarrollando esta actividad en un país que la necesita como medio para la
producción de proteínas y recreación, ya que se ha convertido en una eminencia
en peces ornamentales, así es, los peces de las peceras no son traídos por la
cigüeña.
Alex nunca
ha dudado, se ha caído y se ha levantado. Es un venezolano digno que en su
patria ha creído, cree y se mantiene en el sueño de que podrá; está aquí y
ahora, padeciendo como todo venezolano, no planea huir, se ha quedado a
“Tratar” …
Hace días
que venimos intercambiando notas, hablando de las cosas que pasan y las que
creemos pasarán o deberían pasar.
Su mensaje de Whatsapp
es de un hombre cansado…
A veces la
lucha contra Molinos de Vientos cansa…
“Saludos:
Bueno amigo, ya mañana me toca subir al
Junquito a seguir con los peces. Pero antes debo cumplir con un ritual que le
corresponde a mi casta: ir a PDVAL.
El ritual comienza hoy, acostándome antes de
las ocho de la noche, para descansar bien. Ya que, si además de hacer la cola,
deseas comprar, hay que llegar antes del amanecer.
Salgo por lo general a las cuatro de la mañana,
confiado, ya que los malandros, como oscuros guácharos, van de retorno a sus
guaridas y por eso es posible que hoy no sea mi último día de cola en esta
vida.
Llego al PDVAL y como siempre, ya el ritual de
mi casta se ha iniciado desde tempranas horas del día anterior, me lo indican
los que, en la cola, duermen sobre cartones. Yo ocupo mi sitio al final de la
cola de los que no son del grado llamado tercera edad los cuales hacen otra
cola.
No todo es tan malo durante las horas que
antecederán a la apertura del PDVAL, se da a lugar interesantes charlas con
otros miembros del clan y cuando ya la luz del día que comienza, comienzan a
perfilarse también las siluetas ¡Y que siluetas!
Ya a las seis, un miembro afrodescendiente, aun
no entiendo que hay de malo en llamarlos morenos y/o negrito. en fin, pasa
recogiendo nuestras cédulas y te informa de una vez en que lote vas a entrar.
Aún queda tiempo para seguir charlando y de disfrutar de las siluetas que me
recuerdan una hermosa frase dicha por una amiga: ..."formas superlativas,
casi insolentes, de belleza”.
A las siete y media abren y comienzan a entrar
los primeros lotes. Estos pioneros, vía celular, avisan lo que hay, y también
comienzan a acaparar para sus amigos en las colas, los productos básicos; por
esa razón al entrar es común ver a un hombre o mujer con un carrito con doce
pollos, por ejemplo, cuando solo dan dos por persona.
Ya a las nueve, mi lote esta por entrar. Al
escuchar tu nombre avanzas, te entregan tu cédula y entras. Algo que siempre
ocurre es que, al traspasar el umbral, la gente, literalmente, corre hacia los
anaqueles. Yo no he llegado a ese nivel, pero sí comienzo a caminar más rápido.
Me dirijo primero hacia donde está la leche, el
arroz, azúcar, café y aceite, solo con suerte habrá todo.
Luego hacia las cavas a buscar el pollo de 70
bolos el kilo y la carne a 250. con mucha, mucha suerte, habrá las dos cosas.
Ya apoderado de esos productos tu animo se
aquieta y buscas ya alguna cosa extra que se te antoje.
La fase final es la cola para pagar, tan lenta
y pesada como la cola de entrada. A las once ya estoy fuera de PDVAL he
cumplido el ritual.”
Luego de
semejante relato, olvido la Guerra de Clanes, le pregunto si la Lycra es
uniforme obligatorio, si se lleva algún bebé cargado y si hay damas de gran
tamaño guardando puestos a 10 comadres en los primeros lugares, a lo cual me
responde:
“Bueno, hay leyendas urbanas que cuentan que en
los PDVales del 23 de Enero, El Valle y La Vega es solo para uso de un Clan
llamado, el de los colectivos”.
Si, también
está el “Clan de las Mujeres” las cuales llegan con sus bebes cargados y con
otro adentro u otra cola con ciegos y cojos y gente en silla de ruedas, solo faltaría
la llegada de un maestro espiritual para completar el cuadro”
Y me
explica que las “Leyendas Urbanas”, provienen de otros historiadores en cola,
sobrevivientes de las colas antes mencionadas.
Al fin
llega la doctora, inmediatamente la noto visiblemente contrariada, la compañía
de seguros quiere bajarle significativamente los honorarios, debe operar una
fractura de tibia y peroné, desplazada y abierta en un miembro del Clan de los
Motorizados. Ella pide 70.000 Bs. Como honorarios, la compañía reconoce solo
30.000,00. Inmediatamente me hace referencia al precio del dólar, sus estudios,
los riesgos…
Una operación
como esa por 87 $ es absurda, y más absurda es que pretendan colocarle unos
honorarios de 37 $. Ella se explica, ella sabe que no gana en dólares, pero en
un país en el cual TODO es importado, pareciera que pagáramos en dólares. En
especial, cuando un médico no puede hacer cola un día en un PDVAL, porque el
motorizado caído no puede esperar. Tal vez se una al éxodo de profesionales que
tienen exitosas prácticas en el exterior. En Venezuela, llegamos a hacer
excelentes profesionales de la medicina, entre otros. Adicionalmente nuestros
médicos, se han graduado en la práctica diaria, de médicos de guerra, ya que se
han visto en la necesidad de actuar en las peores condiciones sanitarias, con
equipos y medicinas limitadas, arriesgando sus vidas cuando la delincuencia les
secuestra para salvar la vida de un hampón, so pena de perder la suya si falla.
De igual
forma me llega el relato de Don Rey, un peregrino mensual de la Dirección de
Medicinas de Alto Costo del Seguro Social, él pertenece al Clan de los que
luchan contra un Cáncer, una vez al mes se reúne con el Clan, desde tempranas
horas de la madrugada, a esperar por la medicina necesaria para hacer frente a
tan terrible enfermedad. Una vez más ha perdido una mañana de trabajo, sin
embargo, no pudo encontrar la medicina, esperó a que abrieran para recibir la
noticia, NO HAY.
Una dama
que viene de lejos, con su cabeza cubierta por una pañoleta, la cual
difícilmente oculta su carencia de cabello, se atreve a preguntar para cuándo
tendrán la medicina. La fría respuesta del funcionario es la misma para todos,
“No tengo idea, no hay fecha”.
Al otro día
Don Rey coincide con la dama en la taquilla de al lado y alcanza escuchar al
funcionario negarle la medicina porque “Ese día, no le toca” … cabizbaja la
dama se aleja, ha de volver a su hogar a más de 3 horas de la oficina destinada
a prestar servicio “AL PUEBLO”. Nadie dice nada, todos voltean la mirada, nadie
se atreve, si le niegan la medicina es una sentencia de muerte… La dama sin
cabello se aleja en silencio, con los hombros inclinados por el peso de la
sentencia de muerte.
Don Rey la
sigue con la mirada, un nudo en la garganta le ahoga pensando en su propia
mortalidad… Don Rey ama la vida y aguanta la humillación porque quiere vivir.
Su mirada
se detiene en el grafiti pintado en la pared del frente, el boceto de un hombre
con la mano alzada y la leyenda que pide, “Liberen a Leopoldo” … Ese
muchacho y su familia pertenecen al Clan de los Presos Políticos, esos también
tienen su sentencia.
En ese
preciso instante, en la cola de “Locatel” en Los Palos Grandes, Yubiriluz se
enfrenta con Yuletzaida, ambas son mujeres de gran tamaño, la primera guarda el
puesto a 6 comadres, 2 de ellas embarazadas y con criaturas en los brazos, la
segunda asegura que estaba ahí desde temprano cuidando el puesto a otras 3,
ellas son “Bachaqueras Cuidadoras”, en el empujón de Yuletzaida, logra que
Yubiriluz caiga de bruces, del sostén cae un fajo de billetes y un celular. Las
mujeres en la cola se tratan de apartar sin perder sus puestos, algunos hombres
se acercan solo a mirar y entre risas hasta apuestan.
Yubiriluz
se levanta con inusitada agilidad mientras una de sus cuidadas recoge del piso
sus pertenencias, al mismo tiempo extrae de la pantaleta cubierta por la Lycra
una filosa navaja… Los hombres se alejan, unos gritan y a la mirada atónita del
resto que hace la cola, se prepara a embestir a su atacante.
Par de
Policías de Chacao aparecen en sus motos, la gente les llama a gritos, pero
siguen su curso sin siquiera parpadear bajo sus lentes oscuros.
Sin
embargo, algo ha cambiado, la mujer armada se ha alejado… solo por esta vez
Yuletzaida se ha salvado, seguramente mañana coincidirán en otra cola por
comida, seguramente mañana no correrá con la misma suerte.
Y así
transcurren los días en nuestra aldea Venezuela, unos saquean para sobrevivir,
mientras los más poderosos construyen sus imperios con el elixir oscuro que
mana del suelo.
Las tropas
oscuras temen al Clan del Norte, al parecer hay vientos de Guerra entre Clanes.
El Clan del
Sur cuida sus tiranías regionales disfrazadas de democracia y pueblo, mientras
fortalecen las defensas a costa del hambre del pueblo.
Y el Pueblo
vive separado, enfrascado en las luchas entre sus paupérrimos clanes, soportando
y cuidando sus miserias individuales.
Los héroes
desfallecen bajo la mirada de un pueblo desunido, crítico desde el miedo y en
la espera de la ayuda del Mesías del Norte, porque no sabe cómo salir de su
propia cobardía.
Unos se
van, otros se quedan. Pero eso no es lo importante, lo importante son los que
adentro o afuera se abren paso a la miseria, a la pobreza mental que aniquila
los sueños y adormece al sentimiento.
No crean
que todos estamos muertos, yo cada día construyo mi clan, en mi familia, con
mis amigos. Cada día que pasa hablo de la Venezuela que sueño, y tengo la dicha
de conocer a más personas que despiertan y comienzan a soñar, mejor aún,
comienzan a moverse en función de sus sueños.
Mi clan
está aumentando, en mi clan no se saquea, se trabaja, no se hace la Guerra,
pero estamos dispuestos a darla.
En mi clan
no forjamos ejércitos, sino ideas. En mi Clan no destruimos, sino que nos
empeñamos en construir.
En mi Clan,
Alex será el Acuicultor que necesitamos, Don Rey vivirá más para disfrutar de
la vida que en sus 74 años ha entregado. La dama del pañuelo en la cabeza se
volverá a peinar su cabello y los niños de Yuletzaida y Yubiriluz, así como los
hijos de sus compañeras tendrán las mismas oportunidades que tuve yo.
Oportunidades que no son gratis pero que un buen gobierno, debe crear las
garantías para que TODOS podamos pagarlas.
Porque mi
Clan no pertenece a la Generación BOBA esperanzada a que las cosas le vengan
del cielo o de un gobierno que se las regale o de saquear el esfuerzo ajeno.
YA ES HORA
DEL FIN DE LA MAL LLAMADA V REPÚBLICA, LA QUE SERÁ RECORDADA CON LA SUMA DE
TODOS LOS FRACASOS, DE TODAS LAS CORRUPCIONES.
YA ES HORA
DE ENTERRAR A LA GENERACIÓN BOBA Y DAR PASO A LOS CONSTRUCTORES.
AL PUEBLO
CRITICO Y PRODUCTIVO, ACTIVO Y VIGILANTE DE SUS LIBERTADES.
¡Y ESTO
TIENE FECHA Y TU LA SABES!
CON
VERDADERA DEMOCRACIA, DESMANTELANDO EL FRAUDE, HA LLEGADO LA HORA, EL TIEMPO DE
LOS SOÑADORES.
¡VAMOS
VENEZUELA!
¡DEJA LA
COBARDÍA, LEVÁNTATE QUE RESUCITEN LOS LIBERTADORES!
¡MI CLAN ES Y SERÁ SIEMPRE, VENEZUELA!
DIOS NOS
BENDIGA
Reinaldo
Poleo
@rpoleo
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