Una de esas cosas que quienes me conocen me han escuchado decir muchas veces, es que,
Tenemos que aprender a escuchar cuando Dios dice NO
Porque son tantas las veces que nos hincamos a rogar,
a pedir, y cuando no lo tenemos, nos conformamos con dudar de la
existencia de Él, sin ponernos a pensar que simplemente nos puede haber dicho
NO. Confiar en un ser superior al que llamas Padre, debería recordarte que un
día tu padre terrenal te dijo No y lo odiaste, de igual forma, a tus hijos le
has tenido que decir NO y te has sentido odiado.
La vida está hecha de sueños, sueños que cambian de
nombre cuando maduramos y le llamamos metas, pero la verdad es que las metas
son sueños con un plan.
Les digo un secreto, no sé hasta qué edad, mi sueño
era ser "Spiderman", el hombre araña, así como lo leen, en mi oración nocturna y diaria,
repetía exactamente lo mismo,
Señor, dame los poderes para combatir el mal en el
mundo, permíteme caminar por las paredes, soltar telarañas, la fuerza
proporcional de una araña, dame el sentido arácnido…
Imaginen lo infantil que era (y no insistan en
preguntar hasta qué edad repetí esa oración). Podía haber pedido ser todo poderoso
como Superman, pero a mí me parecía que era más cool, ser el hombre araña.
Ése era un sueño, pero cuando analizamos el plan para
lograrlo, la picadura de una araña radiactiva escapada de un laboratorio, nos
damos cuenta de que jamás será una meta (aunque siempre me quedó la cosita del "milagro", pero ése es otro tema).
Cuando quise estudiar Oceanografía, mi papá me llevó a concejeros, los cuales me decían que para esa profesión no había campo en Venezuela, yo tenía un sueño. Tenía a Jack Cousteau en el alma y al Calipso navegando por mis venas. Tenía un Plan, y estudiar era el primer paso en el plan de aquel muchachito de 16 años.
Ser el más grande investigador submarino del país con la mayor extensión, tanto costera como de aguas territoriales, en el caribe, con 4028 Km de costas que abarcan de este a oeste, pasando por islas y archipiélagos, era mi sueño.
La vida pasa y los sueños se hacen más complejos, se
convierten en metas, aparecen las metas a corto, mediano y largo plazo. La sub-metas
y los sub-sueños…
Un día descubrimos que existen multitud de universos
alternativos consecuencias de todos los actos cometidos y sus derivaciones cuánticas.
Pero todo eso es parte de las derivaciones oníricas,
mi sueño de investigar cede el paso al sueño de formar un hogar, casarme, tener
hijos…
Los Planes cambiaron con el nuevo sueño. Verdadera es la máxima que dice, lo único constante es el cambio. Y los Planes y sueños siempre están en la vorágine del cambio.
La verdad es que entre sueños e ilusiones hay una cortina
extremadamente delgada
Si tuviste la oportunidad de leer mi artículo anterior, recordarás que soy la última célula y el álbum para colocar las fotos de mi primer hijo, regalo del día de mi primera boda, contienen las fotos del primer hijo de mi ex con su nuevo consorte.
Si ese álbum hablara… no sabría cómo llegó ahí…
Cuantos sueños, cuantas metas… cuantos planes…
Para mí escribir es catártico. Umju… busquen la
palabra que no la he inventado.
Quiso la providencia que hoy, 12 de agosto del 2021, escribiera este artículo. Porque hoy hacen 12 años que, con mucho esfuerzo, o como decimos en Venezuela, con una mano adelante y otra atrás, 4 locos dimos a luz un sueño, nuestra empresa y digo "dimos a luz" porque en Venezuela hacer una empresa es un parto.
Una empresa de la nada, en uno de los peores
momentos del país, creando una estructura de servicio dinámica, honesta, transparente,
la cual nos llenaría de muchas satisfacciones.
Un Barco de Velas, dinámico, adaptable, con una
tripulación bien ajustada, clara de la dirección, forjada en el tormentoso mar
de una errática tormenta, llamada revolución y navegando en un mar infectado por Piratas Rojos, ladrones de
Sueños.
A principio de este mes de agosto, hace un año (2020), en
medio de uno de los huracanes más letales que ha sacudido a la humanidad en los
últimos tiempos, nuestro barco comenzó a hacer aguas y fue necesario anclarlo
para que no se fuera a fondo.
Este mes, hace un año, encerrados en Pandemia y
después de aguantar 4 meses de gastos sin producción, tuvimos que cerrar, o
como digo yo, llevar a caleta segura nuestro sueño.
Ha sido una lucha desigual, tuvimos que dejar atrás a
gente maravillosa, que nos acompañaba a ojos cerrados, una tripulación
incondicional.
Tuvimos que lanzar el lastre, entregar oficina,
almacenar muebles, vender otros…
Perdimos a un importante miembro de nuestra
tripulación, mi Padre, tragado por la oscuridad que deja en el alma los
ladrones de sueños…
Y los planes… cuantos planes fueron arrasados de la cubierta, por la tormenta Pandémica.
Una Plandemia aprovechada por los ladrones de sueños
para apagar la esperanza y convertirse en dueños de nuestros planes.
Mientras escribo, me viene a la mente la historia de Tami Oldham, escritora del libro, «Cielo rojo en duelo: Una historia real sobre el amor, la pérdida y la supervivencia en el mar», y llevado a la pantalla en el año 2018 con el título Adrift (A la Deriva), el cual cuenta la increíble y trágica historia real de un naufragio. Tami Oldham fue la mujer que, junto con su prometido, se embarcó en un velero para disfrutar de una romántica aventura navegando desde Tahití hasta San Diego, sin saber que iban a encontrarse con uno de los huracanes más devastadores de la historia.
Tras la
tormenta, Tami se despertó y vio el barco en ruinas y encuentra a Richard
gravemente herido. Sin esperanza de ser rescatados, Tami tuvo que descubrir las
fuerzas para salvarse y ahí comienzan los angustiosos acontecimientos que vivió
durante los 41 días tras el naufragio.
Imagínense quedar a la deriva en medio de un océano, en un barco que apenas se mantiene a flote. Sin planes y con los sueños devastados y en el fondo de las profundas aguas.
Tami tuvo en muy corto tiempo que reescribir sus planes, aprender, dejar de lado temores, evaluar y categorizar los males. El plan era uno y único, Sobrevivir...
Su vida se quedó sin mañana, sus sueños se desvanecieron en la bruma de la inmediatez, recomponiendo una vida en 41 días.
Todo se resume en esa antigua sentencia que dice, "Una cosa es la que quiere el burro, y otra el que lo arrea".
Cuando más crees que todo está encaminado, que las cosas van según tu "plan"... viene una suave brisa del destino para recordarte que la vida es una lucha con demasiados frentes, esas variables son como los "pendejos", y como decía el maestro Facundo Cabral, "el problema con los pendejos es que son muchos, y no hay forma para defender semejante frente"
Los planes son una cosa seria, y tus planes son
cosas más serias aún.
Los
planes son el mapa que nos lleva a cumplir los sueños.
Yo me casé a los 21 años y a esa edad podía hacer
planes, porque tenía trabajo, era joven, profesional, ambicioso. Existía una
economía bastante estable, la cual me permitió alquilar mi apartamento,
equiparlo y apenas había salido de la universidad. Había créditos para todo,
hasta para los viajes.
Teníamos insumos para planear.
Y pensar que un muchacho nacido hace 21 años o
abandonó el país o abandonó sus sueños para perseguir espejismos.
Hace
21 años llegaron los ladrones de sueños
El mediano y el largo plazo se hundieron en el mar
Plandemico.
Somos la generación del ahora y es la forma de
defendernos.
Me duele ver a tanta gente arrastrados por las mortíferas corrientes
del recuerdo, estrellando sus corazones contra las afiladas rocas de los
tiempos que no volverán.
Vivimos una realidad con la que debemos
aprender a vivir, los planes no han desaparecido, simplemente han cambiado.
Es un nuevo mundo, con nuevas reglas, las cuales debemos
aprender y entender.
Los mapas son diferentes y la forma de leerlos
también. La zozobra que sentimos en este momento no es por quedarnos sin
sueños, es simplemente porque no entendemos la forma con la cual llegaremos a
ellos.
Y como todo, es una simple cuestión de tiempo.
No planees tanto, no planees todo, simplemente concéntrate en aprender a planear
Muchos colonos de tierras extrañas llegaron a sus
costas después de un naufragio, y me temo que, hoy día, somos colonos de una nueva realidad,
tal vez algunos en el planeta tendrán mejores herramientas e insumos, y es
posible que los nativos no sean salvajes, o tan salvajes.
Pero a otros nos toca luchar contra los piratas, los
ladrones de sueños en la tierra que nos vio nacer, y aun así nos resulta extraña, devastada y con los recursos consumidos.
Nuevos tiempos, nuevos sueños y una nueva forma de
actuar.
A lo mejor nos cambiaron la suela de la alpargata,
pero que no nos quiten las ganas de bailar este joropo
Vive intensamente, sueña grande, planea en corto...
Pero nunca, NUNCA... DEJES DE SOÑAR...
Por muy descabellado que parezca...
Reinaldo Poleo
12/08/2021
Comentarios
Esos planes que tiene Dios de hacernos ver las cosas cuando las necesitamos. Fui parte de ese barco que subió a mucha gente y la hizo ver y cristalizar sus sueños, apoyándose de personas valiosas y generosas. Hoy el barco puede estar anclado esperando que pase un fuerte huracán con ladrones de sueños a los que no dejarás robarte ninguno. Pero sí, todos tenemos sueños y escuchando el no de Dios, también podemos cambiarlos y llevar ese barco a destino seguro.
Justo ayer estábamos en casa, recuperando en cansancio del trabajo de la semana. Una llamada pidiendo apoyo que terminó siendo un apoyo para nosotros. En 15 minutos estábamos, sin haberlo planeado, montados en el carro rumbo a Tanaguarena. Ayer, como muchas veces dije: el mejor plan es que no haya plan. Fue increíble lo bien que la pasamos.
Hoy solo te digo que gracias por escribir, por compartir un don y la experiencia de la vida. Y como bien lo dices: por muy difícil, no dejes que te roben tus sueños. Quizá sea solo una manera de decir que hay que sacar el ancla y arriesgarse en otro puerto o otro mar, que es simplemente cambiar el sueño…
Cómo bien decís mi mamá, esto también pasará. Y no, no estamos locos. Tenemos planes. Estamos ambos arropados por este Mar Caribe, y como bien dice Arianuchis: “el Caribe te lo da”.
Un abrazo apretado que por aquí si se puede