Del griego εὕρηκα héurēka, "¡Lo he descubierto!"; perfecto indicativo de εὑρίσκω heurískō, “descubrir”, es la famosa interjección atribuida al matemático griego Arquímedes de Siracusa, la cual pronunció tras descubrir el que ahora se denomina Principio de Arquímedes, hecho acaecido mientras se encontraba sumergido en la bañera.
Esto le permitió
resolver el problema que el rey tirano Hierón II le formuló en relación con la
pureza en oro de una corona. Al realizar el hallazgo tal fue su alegría que
salió corriendo a las calles de Siracusa desnudo gritando ¡Eureka! (‘¡Lo
he descubierto!’).
Hoy día la
exclamación “eureka” es utilizada como celebración de un descubrimiento,
hallazgo o consecución que se busca con afán.
El “Efecto
Eureka”, conocido también como visión o epifanía se refiere a la
experiencia humana común de comprender de repente un problema o concepto
previamente incomprensible.
Lo que estoy
seguro de que omitió la historia era el significado real de la palabra, porque
dudo que de un fogonazo divino descubriera el principio y la palabra.
Seguramente, la
historia habrá ignorado la frase o palabra emitida por Sir Isaac Newton al
recibir un “manzanazo” mientras retozaba apacible debajo del Manzano. Alguna
mano tenebrosa borraría el “¡¡FUCK!! previo a la Ley de Gravitación Universal o
el ¡MERDE! De Madame Curie cuando estudiaba los llamados “Rayos de Becquerel”
(radiaciones de naturaleza desconocida), entre otras tantas frases célebres que
se habrán pronunciado ante “un descubrimiento, hallazgo o consecución que
se busca con afán”.
Sin embargo,
después de siglos de Fuck, Merde, Coño y Carajo… no recuerdo haber escuchado de
muchos eurekas y menos de la relación de los anteriores con los grandes
inventos y descubrimientos.
Las palabras y
frases se han ido convirtiendo en piezas inseparables de nuestra historia, la
marca de momentos, descripción de situaciones o como enunciados de procesos
históricos, (¡ciertos o no!), llegando a convertirse en referencia inseparable
de los “eruditos” pasados y presentes.
En otras
palabras, o como decimos en Venezuela, “en criollo”, todo aquel que quiere
parecer intelectual, añade a su repertorio 4 o 5 frases rebuscada, con nombre y
apellido. O sea, el tipo que criticabas en la escuela por “aprender al caletre”
(Capacidad de memorizar completamente algo sin la necesidad de analizarlo) es hoy día el sabio
o ilustrado.
Ahora bien, ¿no
le ha pasado a usted que la frase dicha por “fulano de tal” en mil
chorrocientos yo no sé cuánto, se parece a alguna conclusión a la que usted ha
llegado en la vida o algo que usted dice con frecuencia?
Tranquilo, usted
no se “copió”, simplemente la probabilidad de que las circunstancias que
hicieron llegar a alguien a una conclusión, después de pasar por los filtros
mentales de una persona cuyas circunstancias personales le permiten llegar a una
acotación similar, existen. A pesar del tiempo y el espacio… la crianza,
diferencia de cultura, educación, país o planeta…
Las ideas no
mueren con quien las publica, ni son su patrimonio universal, las ideas se
abren paso como el río en su recorrido al mar, de muchas formas, muchos cauces,
para una misma conclusión.
Conclusiones que
crecen, se multiplican y mueren para volver a resurgir como Fénix eterno, tratando
de obtener su lugar como hito en el conocimiento humano.
Lamentablemente,
las ideas son maleables, manipulables y adaptables a cualquier contexto, ante
la incapacidad intelectual de “la masa humana”, ese defecto que no deja ver la
diferencia entre “Caletre” y “análisis” … allí, ese pasto ingenuo e inculto es
el pasto seco en donde las ideas manipuladas se convierten en fuegos ideológicos.
Yo no puedo
hablar de los grandes avances de la humanidad, ya que la humanidad entera no ha
sido protagonista de grandes avances. Tales avances son productos de un grupo
de hombres y mujeres con el tesón suficiente para transpirar sus ideas.
Y no hablo de
mentes privilegiadas, realmente hablo de mentes enfocadas, capaces de dar
rienda a los sueños más alocados y trabajar por ellos cuando los demás, desde
sus cómodas sillas, empantanados en la naturaleza crítica que caracteriza a la
flojera, decían desdeñosamente, “Imposible”.
La humanidad se
sienta en las sillas que otros diseñaron, manejan los revolucionarios vehículos
que otros soñaron, viajan en los aviones que unos pocos imaginaron y miran por
la TV que otros crearon y perfeccionan, la llegada de un pequeño grupo de
hombres y sus revolucionarias máquinas e ingenios a la estación espacial
internacional.
La humanidad
combate una mortal enfermedad con las medicinas y el esfuerzo de un grupo de
científicos y héroes que caen como moscas salvando vidas, mientras gran parte
de la manada humana maneja el mismo discurso que esgrimió recién salida de las
cuevas, en contra de medicinas y los herejes científicos.
La humanidad
llega a conclusiones con discursos, no con estudio, elige rostros, no
trayectorias, hechos o propuestas sustentadas, la humanidad sigue a hombres no
a las ideas basadas en acciones y estadísticas…
La humanidad NO
ha avanzado, simplemente se ha erguido, vestido y aprendió a hablar,
simplemente ha bailado al son de la música de una pequeña banda.
Hoy día ya no se
lee, sólo se escucha, perdiendo la capacidad de soñar e imaginar. Porque lo
bien dicho, pasa ligero y sin filtros.
Mientras tanto,
se abre paso una generación peligrosamente distraída, obligada por la moda a
mantener la cabeza inclinada, humillados y distraídos ante la todopoderosa web (a
través de la cual escribo sin ser leído), la cual despliega su poder desde un
dispositivo móvil y portátil.
Tal vez, inclinamos
la cabeza ante el anticristo, quien a sabiendas de que el 666 lo identificaba,
lo disimuló convirtiendo su marca en un prefijo telefónico con el cuál “dejamos
de hablar para mantenernos distraídos, pareciendo comunicados”
Una generación
que sueña con ser “YouTuber” en lugar de médico o “Tiktoker” por científicos.
En el futuro te curarán bailando.
Sin embargo, hay
una luz al final del túnel…
El Ser humano se
crece en las crisis, ¡los héroes surgen del caos!
Algunos
simplemente, ¡MUTAN!
La Teoría del
Caos plantea que el mundo no sigue un patrón fijo y previsible, sino que se
comporta de manera caótica y que sus procesos y comportamiento dependen, en
gran manera, de circunstancias inciertas. Dicha teoría, ha sido descubierta en
multitud de ámbitos, desde el mercado de valores hasta las órbitas de los planetas.
Por ello, el matemático estadounidense John Bush, del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT), se hizo un día una pregunta que ahora obtiene respuesta:
¿cuáles son los ingredientes mínimos para el caos?
Después de más
de 20 años añadiendo variables destinadas al control social, las cuales sumadas
a las de orden mundial, el ecosistema en el que se desenvuelven los venezolanos
EN Venezuela, nos muestra un sistema inestable en donde las divergencias
iniciales tienden a lucir similares pero se hace difícil su convergencia.
Dentro de ese
desorden cósmico de país, la pregunta primordial es ¿Cómo sobrevivimos?
Obviamente,
dentro del caos hay marcadas divisiones. Socialmente hay 4 clases sociales, los
“Morlocks”, feroces criaturas carnívoras y carroñeras que además son
capaces de consumir almas. Evolucionaron a partir de la clase gobernante y
ahora viven en la oscuridad, ocultos de la luz de la justicia. Su alimento
principal son los recursos de todo tipo con el cual tratan de emular la vida de
los vivos, de las antiguas clases altas. Los “Eloi”, herbívoros y
consumidores de cartones y miserias, viven de las migajas que dejan caer los
Morlocks, las cuales las envenenan con ideas y esperanzas. De vez en cuando los
Morlocks hacen ascender a un Eloi con la finalidad de que realice tareas normales
lejos de las cuevas, las cuales garanticen la supervivencia de sus amos,
eventualmente terminan convirtiéndose en Morlocks ante la exposición continuada
con los contaminantes de valores.
También están
los “Caminantes”, desplazados lejos del centro del caos, los cuales se
alejan de su gravedad al precio que sea, sin embargo, no dejan de ser lo que
aquí eran…
Y están los “Mutantes”,
seres pensantes, luchadores, cuya resistencia a las toxinas Morlocks les ha
hecho resilientes, inmunes a la retórica ideológica que Eloiniza las almas. Lo
interesante de los mutantes es que son enfocados, ingeniosos y transpiran
ideas. Sobreviven un día a la vez y pocas veces venden sus valores por
espejitos morlocks.
Son ellos los
que escriben, los que leen, aprenden, crean, luchan, sanan y salvan.
Los Mutantes son
los imprescindibles, el futuro, la revolución del pensamiento y la evolución de
las ideas.
Si eres capaz de
leerme y desentrañar los nombres y acertijos de mi escrito, eres un mutante o
estás en camino de serlo.
Felicidades,
perteneces al pequeño grupo de humanos que genera el cambio positivo de la
humanidad.
Si eres de esos…
cuando escuches de los “avances de la humanidad” recuerda que TÚ ERES PARTE DE
ELLO.
EVOLUCIONA Y
CRECE
Después de todo…
SI SE PUEDE
Reinaldo Poleo
31/01/2022
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